Cerca de la tercera parte de las 24 horas del día y de la mitad del área de las casas se usa para pasar la noche pero a su diseño, amueblamiento y uso no se les presta el cuidado suficiente para poder dormir mejor y disfrutarlo más. Se trata de cómo evitar los ruidos y luces ajenos y los de la casa misma, el calor o el frío, y garantizar el recogimiento que permita pensar, meditar y recordar antes de dormir y soñar, en lo que calidad de la habitación sin duda desempeña un importante papel aunque difícil de precisar, además de que varía de una persona a otra al “hallarse en el estado de reposo que consiste en la inacción o suspensión de los sentidos y de todo movimiento voluntario”, según el DLE.
Pero casi siempre antes de dormirse se suele pensar, meditar y recordar, lo que sin uno darse cuenta se hace con todos los sentidos en contacto con las sabanas y cobijas y a través de estas con la cama; y con la nariz, los oídos y los ojos, aunque estén cerrados, con la habitación, lo que de una manera u otra tendrá que ver con lo que luego se sueña aunque poco se lo recuerde al despertar para toparse de pronto con la realidad de la habitación y de la casa, la que no se ha visto ni oído pero sí sentido inconscientemente. Pero se trata, precisamente, de ser conscientes de la importancia de dormir en casa y del papel que juega una buena casa para dormir mejor en casa… y ¡soñar viviendo en casa!
Antes, como en las tan gratas, grandes y bellas casas de hacienda del valle alto del río Cauca, los espacios para la noche estaban adentro y los corredores abiertos a su alrededor lo eran para el día incluyendo las hamacas para dormitar la siesta y jugar los niños. Ahora las alcobas, que solo se usan por la noche, tienen grandes ventanales a la luz del día, a la calle o a patios interiores y por consiguiente a los ruidos y luces ajenos, además de tener que soportar los de la casa misma, y muchas respondiendo al calor o al frío con feos y ruidosos aparatos de aire acondicionado o calentadores ídem, según cada caso, pero siempre climatización activa muy poco ecológica de frente al cambio climático.
Se hace imprescindible pensar mucho mejor los dormitorios para poder resolver los problemas mencionados arriba, fundamentalmente con el acertado diseño de sus ventanas, lo que en el trópico caliente o medio es todo un reto pues al tiempo que es muy útil y agradable dejar pasar las brisas de la noche, con ella entran los ruidos y las luces ajenas, y si bien estas se pueden solucionar utilizando persianas venecianas y no cortinas, el ruido de los vecinos no se detiene sino con mucho más educación cívica. Y desde luego hay que pensar mejor lo que puede significar dormir mejor en casa y no creer que dormir es como estar muerto y que entonces no importa en donde se yace.
De ahí que el camino sea buscar habitaciones, y no simples alcobas, que se presten para otros usos, estudio, trabajo, estadero, además de ser utilizadas solo para dormir, para lo cual es muy conveniente que las principales tengan dentro de ellas un espacio para leer en silencio y desayunar ya conversando, y que se abran a balcones o terrazas, y que cuenten con vestidores junto a sus dos baños (y no tener el inconveniente de tener que compartirlo), unos y otros con iluminación y ventilación naturales; serían como pequeñas casas dentro de la casa. Los otros dormitorios, para los niños, hombres o mujeres, pueden ser sencillas alcobas que compartan espacios para estudiar y jugar.
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