Considerando el que a cada vez más personas les tocará vivir en ciudades, vale recordar la importancia de experimentar cómo hacerlo mejor en ellas. En Cali, por ejemplo es preciso aprender a disfrutar de su grato clima, que tanto alaban sus visitantes; a gozar de sus rotundos paisajes, a emocionarse viendo sus árboles y flores; saber cómo poder tolerar el mal comportamiento de muchos en sus calles; entender que para poder vivir en Cali hay que “estarse yendo” como recomendaba Manuel Lago; y gozar de sus rasgos “arabescos” y no solo los de Demetrio Arabia. Aprovechar su sabroso clima trabajando en casa a la madrugada, la que siempre es fresca y silenciosa; descansar al medio día, que es cuando hace más calor, haciendo una corta siesta en una grata hamaca, más sabroso que una cama; disfrutar del fresco atardecer y del inicio d...