Dice Carlos Fuentes en su último libro, en el que recoge pequeños ensayos (En esto creo, 2002), que la belleza sólo le pertenece al que la entiende, no al que la tiene. Este hecho, precisamente, fue el que dio pie a la radical afirmación que Sir Ernest Gombrich hizo en 1949 en su famosísima Historia del Arte: " No existe, realmente, el Arte. Tan sólo hay artistas." Por eso la artesanía, por más bella que sea, no es arte y lo mismo pasa con la bellísima naturaleza que lo es apenas en la mirada culta que la ve. Dice Fuentes, también, y con razón, que la belleza visual es pobre si se excluye la prolongación de la mirada en lo táctil, lo auditivo y lo olfativo. Y si que es cierto en edificios y ciudades. Kenneth Frampton, entre otros, ha señalado nuestra capacidad de leer los ambientes a través de diferentes sentidos, además de la vista (Anti-tabla rasa: por un regionalismo crítico, 1986). Hay sensaciones no sólo visuales, sino t...