“Después de todo, la arquitectura es un arte, y desde tiempo inmemorial se ha considerado uno de los más importantes. Los edificios bellos […] han conmovido a los hombres mas hondamente que cualquier otra obra de arte […]” decía por 1932 un tal R. Blomfield, citado por William J. R. Curtis en “La Arquitectura Moderna desde 1900”, su conocida historia de 1982, una de las más recientes. Pero como decía Luis Barragán, el famoso arquitecto mexicano, la belleza solo les interesa a los primitivos y a los muy cultos, pues a las clases medias, en su mediocridad, precisa él, apenas les interesa el confort; y la seguridad, se puede agregar hoy en Colombia, por ejemplo. De otro lado, Bruno Zevi agrega que “[…] en arquitectura el valor artístico no se refleja en un valor económico, las casas antiguas o modernas se venden a tanto por habitación, y un edificio de Sagallo, Ammannati, Wright, Le Corbusier o Aalto no tiene más valor comercial por el mero hecho de que la critica ha establecido...