La Industria de Licores del Valle, que
se trasladará del todo a sus nuevas instalaciones de Rozo en enero de 2003,
encargó un estudio de prefactibilidad urbanística, arquitectónica y financiera,
llevado a cabo por un grupo interdisciplinario, para definir la vocación, uso y
factibilidad económica de sus actuales instalaciones en la carrera primera,
dentro de la visión determinada por el P.O.T. de Cali.
El potencial del sitio es enorme por estar adyacente
al área central de la ciudad, con cuyo centro se relaciona por el par vial del
Río Cali y por el rió mismo, y por su fácil comunicación con el resto de la
ciudad, y la región, por la vía férrea y el par vial de las calles 25 y 26, que
la atraviesan desde Yumbo a Jamundí. Sería el inicio de una renovación urbana a
fondo de este amplio sector (El Hoyo, El Piloto, El Porvenir y Fátima),
actualmente totalmente fragmentado, lo que sería de beneficio indudable para
Cali por estar en el centro geográfico de su (futura) área metropolitana. Allí
hay ya importantes equipamientos como la Estación Central y la Terminal de
Buses, además de el Cementerio Central y el antiguo edificio de Molinos Titán,
cuya reutilización también se debería acometer.
Los edificios de la licorera
son representativos de la arquitectura industrial de principios del siglo
pasado en Estados Unidos, y acompañaron el desarrollo de Cali. Por eso tienen
un gran valor patrimonial, histórico y social, no solo como instalación
industrial sino como símbolo e identidad de la ciudad y del departamento. Por
lo demás son totalmente reaprovechables para otros usos, práctica común en
otras partes del mundo.
Poner allí un gran
centro de convenciones, eventos y exposiciones culturales, y ferias
industriales y tecnológicas, con actividades permanentes tanto en sus espacios
públicos como en sus edificios, como propone el estudio, sería clave para Cali
y el Valle. Cali es, después de Cartagena, la segunda ciudad mas solicitada
para foros y convenciones. Además permitiría que llegaran aquí los espectáculos
artísticos y las actividades culturales, tanto internacionales como nacionales,
que se presentan en Bogotá o Medellín, y que hoy no vienen por falta de
escenarios apropiados. Serviría también para muchos eventos populares que ahora
no cuentan con espacios adecuados. Implicaría igualmente el rescate del espacio
público del Río Cali en esta zona, relacionándolo con el centro propuesto y con
la Terminal de Buses y la Estación. Sería una oferta permanente de espacio
público para la ciudad, que articularía los fragmentos que quedaron allí como
resultado de un sistema vial, caracterizado por esa visión estrecha que solo
considera el transito de automóviles, puesta en practica para Los Juegos
Panamericanos en 1971, y que tanto daño le sigue causando a Cali.
El concepto urbano
arquitectónico que propone el estudio es el de una serie de espacios públicos
(urbanos y arquitectónicos) polivalentes, conectados peatonalmente entre si y
con los equipamientos vecinos mediante plazas, parques, bulevares y terrazas
sobre el rió. Las amplias naves industriales existentes se adecuarían para
salas de exposiciones, convenciones y ferias, además de cines, un museo
interactivo del proceso de destilación de licores, restaurantes, cafés,
librerías, locales comerciales y hasta salones de baile. Pero sería
indispensable que se dispongan también suficientes estacionamientos (en altura
o subterráneos) y se destine un amplio espacio para futuros hoteles, los que se
podrían compartir, junto con los estacionamientos, con la Terminal de Buses y
la Estación.
Es la oportunidad de
acometer una gran obra para la ciudad y la región, que debería convocar tanto a
los gremios de industriales y comerciantes, como a las entidades
culturales, consolidando un proyecto
económico, social y cultural estratégico para el futuro que se podría realizar
por etapas a lo largo de la década. Desde luego su diseño general deberá ser
objeto de un concurso arquitectónico nacional lo mismo que el de sus diferentes
etapas especificas, tal como lo indica la ley.
Comentarios
Publicar un comentario