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Mostrando entradas de febrero, 2004

La falla vial del Valle. 26.02.2004

Las obras se ven por todas partes; lastima que la gran mayoría no se pueden usar. Aparte del de El Hormiguero, que sigue cerrado, son varios los puentes sin acabar hace años, como los dos de Candelaria, o que avanzan en cámara lenta como el del Cauca en Cali (cuyo empate con La Recta no se entiende), o los que están terminados pero no cuentan con las aproximaciones respectivas, como el de Buenaventura o el de Sonso. O si estas existen, no se han comenzado los puentes o las simples alcantarillas, como en la rectificación en la desviación hacia Ginebra. Hay tramos concluidos de la doble calzada Palmira Buga, algunos bastante largos, pero no están conectados provisionalmente a la carretera actual, y su deterioro precoz lleva a la paradoja de que se les da mantenimiento pese a que nunca se usaron. Mientras tanto la ampliación de la carretera Cali Florida se dejo peligrosamente sin terminar.           La disculpa a todo este despropósito, a cuenta de los contribuyentes, por supuesto, es

Cine, arquitectura y ciudad. 19.02.2004

A la memoria de Gino Faccio           Son muchas las películas en las que la arquitectura o la ciudad han jugado un papel primordial. Desde   Intolerance, de David Wark Griffth, de 1916, o Das Kabinett des Doktor Caligari, de Robert Wiene, de 1920, o Metropolis, de Fritz Lang, de 1926,   hasta la reciente y divertida el Quinto Elemento de donde parecen haber salido las “divas” que emergerán próximamente a la orilla del Río sin tener nada que ver con Cali. Son producto de ese afán, que nuestro alcalde no puede ver, de adornar la ciudad con la disculpa de un arte auto proclamado tal, y cuyo peligro por supuesto es que se vuelvan permanentes como pretende alegremente su desconocido autor con el aplauso ingenuo de la prensa local. La gran mayoría de las películas están ambientadas en edificios o ciudades y con frecuencia nos muestran vistas novedosas u ocultas. Por ejemplo en las últimas de James Bond o Misión Imposible pudimos ver la magnífica arquitectura barroca de Praga o los ins

Otro día sin carros. 12.02.2004

Pese a los reparos razonables, los “días sin carro”, como el que se acaba de hacer en Bogotá, nos permitieron descubrir otros transportes diferentes al automóvil particular, comprobar que podemos organizar mejor nuestras actividades y recorridos, enterarnos del alcance de los accidentes de transito y sobre todo ver y disfrutar nuestras ciudades sin tanto peligro y contaminación visual y atmosférica. Pero su repetición e imitación simplista comienzan a agotarlos y tal vez sea hora de renovarlos. Por ejemplo, cambiándolos por “días sin carros ni motos en los andenes”. Tendrían solo algunas de sus ventajas pero en cambio no implicarían casi ninguno de sus inconvenientes. En esas 24 horas habría que permitir estacionar en todas las calles (a la derecha para comenzar) pero sin interferir con los paraderos de buses, entradas a garajes y parqueaderos. Los que suban ese día sus vehículos a las aceras deberán ser multados y estos retirados con grúa y lo mismo los que se estacionen al otro l

Mas claro no canta un gallo. 05.02.2004

El   MIO será solo uno de los componentes del transporte urbano de Cali. Una mas de sus diferentes redes de transporte colectivo, como los buses, busetas y camperos que seguirán prestando el servicio. En Bogota el TransMilenio mueve el 17% de los pasajeros mientras el Metro de Medellín escasamente lleva el 10% . Seguirán también los taxis, los carros particulares, las motos, las bicicletas y hasta los patines. Y desde luego los andenes por donde la gente va de un sitio a otro, o llega o sale de las estaciones o paraderos de las distintas líneas. Siempre comenzamos y terminamos siendo peatones. Por eso es tan importante que se ejecuten a cabalidad las propuestas al respecto premiadas en el concurso para el diseño de la áreas afectadas por el MIO. Desde luego en las circunstancias actuales el transporte público no puede ser totalmente subsidiado por el Estado. Tiene que ser un negocio a la vez que un servicio. En Cali, como en todas las demás ciudades colombianas, a excepción de Bogo