A diferencia de Penélope, la bellísima esposa de Ulises que desbarataba de noche lo que tejía de día para mantener esperando a sus muchos pretendientes, que al final fueron incapaces de tensar el arco del héroe para poder casarse con ella, los concesionarios de la Malla Vial del Valle desbaratan a plena luz del día y en las narices de todos lo que han hecho semanas, meses o años antes para hacerlo de nuevo. Ahora les dio por ampliar el paso hidráulico de los puentes pero ¿había necesidad de hacerlo en todos? ¿No era posible ensancharlos en lugar de encaramarlos como lo están haciendo en La Recta a Palmira? ¿No era mejor diseñar tableros autoportantes de mínimo espesor en lugar de usar las viejísimas, feísimas y altísimas vigas prefabricadas del MOP que por lo demás dejan peligrosamente tiradas por todas partes? Evidentemente las continuas subidas y bajadas del insólito tiovivo que están conformando allí, peor que el de la mal llamada autopista Suroriental en Cali, no es lo mejor para