Desde las primeras décadas del siglo XX esta noción ha significado en Cali, y en general en el país y toda Latinoamérica, imitar el mundo desarrollado. Primero a Europa y después a Estados Unidos. Peor aun, contentarse apenas con copiar imágenes de moda supuestamente modernas. Cambiar de “look”, como nos informan que van a hacer con los edificios de La Tertulia. Lo que sería solo otra expresión “light” de la prensa si no se tratara de una cuantiosa inversión financiada con los impuestos de los contribuyentes y de un lugar emblemático de la ciudad. De una institución que merecería un tratamiento mas serio considerando lo mucho que significó en años pasados para Colombia y no solo para Cali. La sucesivas modernizaciones de Cali solo han representado la destrucción sistemática de su patrimonio construido, y con el parte de nuestra identidad, barbaridad que aun hay quien aplauda. Esta acción típicamente tercermundista se inicio entre nosotros en Bogotá, después de los incendios del 9 d