Misas (pese a que la Constitución del 91 se supone que separó la(s) iglesia(s) del Estado), ceremonias y discursos, pero nada del contrato para la recaudación de impuestos ni del estado financiero de Cali. Solo declaraciones precipitadas. Que será un gobierno diferente (otro canto a la bandera). Que se va a recuperar la autoestima de la ciudad (cuando la mayoría de los caleños cree que es el mejor vividero del mundo). Que se van a urbanizar los ejidos (es decir extenderla irresponsablemente aun mas). Que se va a eliminar el hambre, nada menos (como el vaso de leche que ofreció y ya no cumplió Garzón en Bogotá). Que se van a recuperar las vías (pero el mismo Alcalde Tafur dice que no hay con que).Y así. No se puede armar para tan poco tiempo un nuevo programa de gobierno, que nadie ha pedido además, pero peor si cada secretario nombrado saca su “programita” de la manga. Menos mal que el arquitecto Ponce de León tuvo la prudencia y discreción de decir que hay que comenzar por reordenar...