La
prolongación al sur de la avenida Cañasgordas fue planeada
con tres carriles en cada sentido y un separador ancho como el que construyeron
en Ciudad Jardín a los inicios del barrio. Pero los vecinos pensaron que era
demasiado grande y lograron que se angostara y se dejaran solo dos carriles.
Como si no vivieran en Cali, pensaron ingenuamente que la zona no se iba a
densificar tanto (universidades, colegios y muchos condominios) ni que
cambiarían tanto las normas. Ahora se ha permitido la construcción de edificios
de cinco pisos muy cerca de la avenida por lo que su inevitable ampliación solo
será posible con carriles mas angostos y sacrificando los andenes, como siempre
pasa aquí. Ya Ciudad Jardín ni siquiera los tenia, a imitación de los suburbios
norteamericanos de antes, y los que están dejando dan vergüenza. Además, la
ampliación solo se hará a pedazos por lo que poco remediará el problema.
También se ha permitido un gran supermercado en su cruce con
el Callejón de las chuchas, “jalando” inconvenientemente el sub centro urbano
que espontáneamente se está consolidando alrededor de la glorieta de la entrada
a Ciudad Jardín, pero al que por supuesto nadie le exigió estacionamientos
suficientes. Es decir, poca planeación, mucho negocio e individualismo
rampante, lo que lleva a que la ciudad este perdiendo su único suburbio
verdadero y que los viven en el sur aguanten que el transito se parezca cada
vez mas al del centro de la ciudad (de donde creyeron huir), que estén
dispuestos a que al lado de un conjunto de casas les hagan edificios altos, que
soporten los olores del basuro de Navarro varios años mas, que tengan paciencia
con las obras de un Mio que ellos poco van a usar, y que se olviden de los
samanes de la calle Quinta, cuando después toque ampliarla, y de las muchas
quebradas del río Pance, cuando lo vuelvan acueducto. Amen de que sufran los
trancones ocasionados nuevamente por los disturbios “académicos” de la
Universidad del Valle, y la amenaza de otro secuestro masivo, pues nadie parece
entender que hay que re localizar la Policía estratégicamente a lo largo del
corredor férreo que atraviesa la ciudad de Jamundí a Yumbo, justamente para que
esté mas cerca de la ciudadanía, en vez de concentrarla peligrosamente para sus
vecinos en pleno Centro.
El Sur de Cali, como también el Norte y Aguablanca, necesita
una alcaldía menor que ponga armonía a su desarrollo urbano subdividiendo el
sector en varias zonas a su vez conformadas por diferentes barrios. Aun cuando
el Pot avanzó mucho, el actual estatuto político administrativo es del todo
obsoleto, por lo que el problema crucial de la ciudad es resolver los
conflictos generados porque buena parte de ella está en otros municipios, como
precisamente pasa con el Sur. De otro lado, las normas vigentes son demasiadas,
contradictorias y ambiguas, para conveniencia de funcionarios, curadurías y
promotores que las “interpretan” aprovechándose de la ignorancia en materia de
urbanismo y urbanidad de muchos caleños. Como los que creyeron pagar menos
valorización por la Avenida Cañasgordas pero hoy están sufriendo
las consecuencias de su equivocada economía.
Comentarios
Publicar un comentario