Cuando se construyó hace mas de medio siglo, sin duda un acierto, se cometió el grave error de no cerrarla. Y era perfectamente posible pues se trataba de una vía totalmente nueva sin entradas ya establecidas a fincas y casas. Pero habría que haberla pagado mediante peaje, y no por valorización, lo que obligó a permitir el acceso a ella a los propietarios vecinos y a los que se beneficiaron después. Por eso, ahora que ya hay peaje, lo mas importante es cerrarla. Las servidumbres existentes se pueden solucionar por otras vías o prolongando los actuales carreteables laterales, pavimentándolos, aprovechando que la zona de la vía es afortunadamente muy amplia, antes de que se ocupe como ya lo comenzaron a hacer sus concesionarios actuales para sus oficinas. En todas las vías con cobro hay un retorno o una salida antes del peaje para que se pueda abortar el viaje a último momento. Pero en La Recta, ante la imposibilidad de echar reversa (no faltaría quien lo haya intentado y se regrese ...