Todo sistema de transporte colectivo es para ir rápido de un lugar a otro. Pero también debe ser seguro, confortable e incluso emocionante, como el tranvía sobre el prado en Bilbao al lado de la Ria. Asimismo es también para niños, embarazadas, ancianos, discapacitados y pasajeros con maletines. Integra trenes de cercanías, metro, tranvías, buses articulados y de los otros, y taxis. Y se pasa de uno a otro, como en San Francisco, donde aun usan los viejos tranvías de cable, o Berlín, en donde se confía en que ya se ha pagado el pasaje y el control es ocasional. Pero los heridos o enfermos, mercancías o materiales, desperdicios o basuras demandan otro tipo de vehículos. Y están las motos, cuyo transito hay que organizar, y los carros particulares que, aunque cada vez mas restringidos, como en Londres, en donde hay que pagar para entrarlos a la City. Precisan avenidas eficientes, como en Lisboa o Quito, y vías subterráneas, como en Boston, además de las viejas y bellas calles como las d...