Vivimos en ciudades improvisadas, contradictorias y en construcción -feas- pues se les impuso a la brava y a medias el modelo norteamericano, centrado en el carro, mientras su suelo se volvió un negocio especulativo al privatizarse después de la Independencia. No logramos una ciudad “moderna”, solo grandes ensanches mas nuevos que modernos, pero destruimos la antigua haciendo irreconocible su historia. En tanto artefactos habitados, las ciudades las constituyen sus edificios y espacios urbanos, de donde su arquitectura nos debería incumbir a todos, y no apenas a los arquitectos, a quienes paradójicamente hoy poco les importan las ciudades . Antes levantaban monumentos pero ahora diseñan edificios comunes como si fueran obras de arte, ignorando que pocos lo deben ser para que la ciudad toda lo pueda lograr. Antes nuestras ciudades eran levantadas por artesanos populares siguiendo ...