Mas de tres mil millones de personas, de las seis mil y pico que ya habitamos en el mundo, vivimos ahora es en áreas urbanas y suburbanas. Y se estima que apenas en cuatro décadas serán mas de cinco mil millones los que ineludiblemente tendrán que vivir en ellas. Solo en China se crearán 400 nuevas ciudades, con mas de un millón de habitantes cada una. Este rapidísimo crecimiento de la urbanización está ocurriendo principalmente en los países en desarrollo de Asia y Suramérica, como Colombia, y en ciudades como Cali, cuya población pasó en apenas un siglo de unos 10.000 habitantes a casi tres millones, pues en la práctica ya abarca a Jamundí y Yumbo y partes de otros municipios vecinos. Así que, como dice el secretario ejecutivo de la Convención sobre Diversidad Biológica de la ONU, Ahmed Djoghlaf “es necesario garantizar que las ciudades continúen creciendo sin que sea a costa de la biodiversidad, y que la biodiversidad y la naturaleza sean incluidas en el diseño de nuevas ciudades e incorporadas en las existentes” (Google, Convención sobre Diversidad Biológica).
Un Plan de Acción para ayudar a las ciudades a reducir la pérdida de biodiversidad fue aprobado durante la Segunda Reunión sobre Ciudades y Biodiversidad, organizada por la ONU en Curitiba en enero. El evento, en el cual participaron alcaldes y representantes de 43 ciudades de once países (al parecer ningún delegado de las ciudades colombianas asistió), marcó el inicio del Año Internacional de la Biodiversidad. Para monitorear sus resultados se elaboró un Índice de Biodiversidad Urbana que evalúa 25 categorías, entre ellas la proporción del área verde en las ciudades y el presupuesto destinado a los proyectos de biodiversidad, que será probado en siete ciudades: Curitiba (Brasil), Nagoya (Japón), Montreal y Edmonton (Canadá), Joondalup (Australia) y Bruselas (Bélgica). Entre las ideas propuestas para la conservación y mejoramiento de la biodiversidad en las ciudades está la expansión de sus parques, la creación de corredores de biodiversidad, la plantación de árboles en sus áreas degradadas y mas campañas de educación y concientización ambiental entre sus habitantes.
Por eso en Cali, para alcanzar el estándar internacional de nueve metros de área verde por habitante, habría que volver la Base Aérea un mega parque urbano, por supuesto conservando la escuela de aviación y sus instalaciones, que deberían ser patrimonio de la ciudad. Y en lugar de más construcciones en el Parque del Acueducto, proceder a agrandarlo. Igualmente se debería hacer una mega alameda, la mas larga del mundo, por el corredor férreo, desde Yumbo a Jamundí, para reemplazar el corredor de biodiversidad que eran los ocho kilómetros de la vieja alameda de la Calle Quinta, que iba desde Santa Librada a la Universidad del Valle, que se deterioró irremediablemente pavimentándola aun mas para el MIO. También es urgente recuperar las cabeceras y riveras del Río Cali y del Cauca, y la plantación de mucha vegetación en áreas degradadas, como lo son los cerros de Cristo Rey y las Tres Cruces, en el que en lugar de árboles se han sembrado antenas, para volverlos dos mega parques mas. Estamos en mora de sendas campañas de educación y concientización ambiental.
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