Los bienes inmuebles de interés cultural (BIC) no solo deben ser los edificios considerados así por su valor histórico o arquitectónico, sino también ciertos entornos urbanos, cuya homogeneidad les da identidad y belleza mas allá de la calidad de cada uno de sus componentes, y no apenas las pequeñas “áreas de influencia” de algún BIC. Y aun cuando sí se reconocen como tales algunos barrios coloniales como La Candelaria, o del siglo XX como la Merced, en Bogotá, ya consagrados por los años, o de tradición colonial como San Antonio, en Cali, y desde luego los centros históricos, como Cartagena, no existen regulaciones ni interés por conservar la unidad formal y mucho menos los usos del suelo iniciales de los nuevos barrios de las ciudades. Estos sistemáticamente quedan a merced de los especuladores urbanos e inmobiliarios que demuelen construcciones de escasos años para sustituirlas con una arquitectura varias vec...