Tiene razón el Alcalde Guerrero en que se conserve la Plaza de Toros como un icono urbano, con “las remodelaciones necesarias para que también sea un escenario multiusos, que sirva para espectáculos públicos de gran asistencia” (El País, 20/02/2015). Ya es suficientemente claro que el fin de los toros no debe significar el de la Plaza, ni como hito ni como escenario, ni de los muchos árboles existentes en el actual parqueadero, coincidiendo con lo dicho cuando se planteó el tema por primera vez ( ¿Por qué no? 06/05/2004). Sin embargo, aunque la Ministro (e) de Cultura, María Claudia López, habla de “proteger los árboles que la circundan y garantizar que lo que se construya, sea de uso comercial u otra cosa, sea respetuoso con el entorno urbano” , e l problema es que los únicos parámetros a los que se refiere, de los establecidos por el Consejo Nacional de Patrimonio, no solo permiten construcciones a escasos 45 metros de la Plaza hacia el sur y 60 hacia norte, casi de su misma a...