El horror a lo que sucede con los habitantes de las grandes ciudades es tema obligado de cada día: corrupción, violencia, delincuencia, inseguridad, miseria, mugre, feúra. Horror que lleva al error de no considerar el papel que la arquitectura y el urbanismo juegan en ellas: imagen colectiva, vivienda, movilidad, servicios y equipamiento urbano, y lo que todo esto implica en la convivencia cotidiana. Más habitantes menos ciudad: el país pasó de ser rural a ser urbano muy rápidamente, en menos de un siglo son pocas generaciones. Esto ha dificultado que los nuevos habitantes de las ciudades sean verdaderos ciudadanos. Y muy pronto se perdió mucho de lo preferible de la anterior cultura campesina tradicional: colaboración entre vecinos, vida más sana y saludable, y comprensión de la naturaleza. Más edificios menos espacio urbano: se ignora que el entorno existente está conformado por lo ya constru...