Ir al contenido principal

Palmaseca. 27.07.2000


Lo único acertado era su nombre corto, bello e identificado por todos, que a mala hora le cambiaron tontamente creyendo hacerle un (merecido) homenaje a Alfonso Bonilla Aragón, Bonar, uno de sus gestores. De malas desde el principio, la torpeza lo persigue hasta hoy. El terminal se sitúo en el extremo sur de la pista con la idea de que de los aviones, la mayoría de los cuales vienen del norte, pudieran aterrizar hacia el sur y despegar hacia el norte, ahorrando combustible y tiempo, cosa que casi nunca pueden hacer pues los vientos resultaron mas fuertes de lo que pensaron. El proyecto inicial, de los arquitectos Drews & Gómez, fue cambiado, ya listo y pagado, por el actual, de Camacho & Guerrero, dizque por que había que incorporarle áreas de exhibición para la recién creada zona franca. Desocupadas acusadoramente por mucho tiempo son ahora insólitos "counters" que permiten ver grotescamente por detrás el otro costado. Uno de sus muelles se vino abajo sin que mediara temblor alguno y la reforma posterior de Raúl H. Ortiz nunca se completo no se sabe si para bien o para mal.
          La plataforma se orientó en diagonal con respecto a la pista, para evitar el sol en el edificio, lo que ha dificultado a tal punto su ensanche que expertos internacionales han recomendado su demolición. Si bien estos terminales se proyectaban para una vida útil de 30 años, es lamentable tener que considerar que un obra que se estrenó para los Juegos Panamericanos de 1971 (que tanto daño le hicieron a la ciudad) tenga que ser descartada totalmente tan pronto. Pero es que además de "torcido" nació siguiendo el modelo ya obsoleto del gran y único hall de espera y dos largos muelles con románticas terrazas de observación, justo cuando terminales como el de Air France en el Charles de Gaulle de París indicaban soluciones pequeñas, sencillas, muy silenciosas, modulares, muy claras y fácilmente comprensibles pensadas en función de los pasajeros y no de la imagen grandilocuente de los aeropuertos de antes, como el El Dorado, de Bogotá, diez años anterior, de donde seguimos copiando todo.
          La iluminación de su estrecha vía de acceso fue robada y lo primero que se encuentra es el tugurio maloliente de los taxis que esperan; cuando se sale, es el fétido olor de las plantas de procesamiento de quien sabe que, que dejaron instalar en La Recta justo a su lado. El estacionamiento, que son varios, uno incluso en el potrero, es un desastre y sus árboles enanos inservibles. No dejan llegar los carros al terminal para recoger el equipaje pues las vías están "reservadas" para las narcotoyotas de los vivos y de los que tienen palancas. Durante años su agua no era potable. En la sala de equipajes nacional no hay baños y en la internacional están pasando la aduana. Salir de ellas es toda una mala odisea. Solo hay un monitor para anunciar los vuelos ¡uno solo! y con frecuencia esta dañado. Los sistemas de control y seguridad son peligrosamente ineficientes e innecesariamente molestos. Los anuncios no se oyen pues es el más ruidoso del mundo; absurdamente abierto, el volumen del hall de (des)espera es tan grande que sería muy costoso el aire acondicionado. Además los niños y no pocos "adultos"  corren y gritan permanentemente y las televisiones que nadie ve están a todo volumen. ¿Donde se ha visto? También es el  mas visitado: en esta ciudad parece que nadie puede llegar o irse sin estar acompañado de su familia extensa, sus amigos cercanos y lejanos y sus mascotas varias pues no solo se ven los consabidos perros. Y los inevitables escoltas y guardaespaldas, que no son lo mismo, pues politiqueros y mafiosos viajan por igual. Y el más tugurizado: el gran hall fue “san Andresito” en varias oportunidades y quedan sus vestigios. Es la chabacanería y el peor mal gusto. Para rematar, el aeropuerto de Cali no esta en Cali sino en el vecino Municipio de Palmira de donde sirve a la ciudad de Cali como ridículamente tienen que avisar al aterrizar.
          Que irrespeto a la memoria de Bonar. Que vergüenza con los que nos visitan. Que desprecio con nosotros mismos que tan poco respeto nos otorgamos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta co...

El estado de la cuestión. 21.02.2024

 Se trata de la base teórica sobre la que se sustenta un escrito, o que se rebate en su desarrollo posterior, y que forma parte del mismo. Pero si bien es lo ético en una columna de opinión, debería ser obligatorio en toda propuesta para la ciudad, lo que no suele suceder en Cali en donde cada cuatro años cada nuevo Gobierno Municipal simplemente ignora las propuestas de los anteriores e improvisa otras. Es lo que ahora hay que evitar en el caso del interés actual por el Centro de la ciudad o la propuesta para el Tren de cercanías, la que primero que todo se debería sustentar en la conformación del Área Metropolitana de la ciudad a partir de la que de hecho ya existe. El Área Metropolitana es la que engloba una ciudad principal (la metrópolis) que le da su nombre, y una serie de ciudades dormitorio, industriales, comerciales o de servicios (Wikipedia). Por eso la de Cali no se debe confundir con la región de ciudades del valle alto del rio Cauca, que se extiende de la Virginia a Sa...

Viaje a la arquitectura

  Recorriendo su bello país de la mano de José Saramago (Azinhaga, Portugal 1922-2010 Tías, Las Palmas, España, Premio Nobel de Literatura de 1989) de octubre de 1979 a julio de 1980, es muy grato encontrar a lo largo de Viaje a Portugal, 2022, más de 726 páginas de comidas, bebidas, gentes, paisajes, plazas y parques. Y capillas, iglesias, palacios, castillos y murallas -17 declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco- la gran mayoría muy interesantes para entender, con las palabras de Saramago, en qué consiste lo emocionante que pueden ser, y por qué “la utilidad no es incompatible con la belleza” (p. 450) y que “la arquitectura, sólo por sí, puede hacer feliz a un hombre” (p. 439). Escribiendo sobre la iglesia del Senhor Bom Jesus, en Matosinhos, dice Saramago que su arquitecto, Nicolau Nasoni (San Giovani, Valdarno, Italia 1691-1773 Oporto, Portugal) supo “entender los misterios del granito lusitano, darles espacio para llegar mejor a los ojos, alternando lo oscuro de la...