Lo único acertado era su nombre corto,
bello e identificado por todos, que a mala hora le cambiaron tontamente
creyendo hacerle un (merecido) homenaje a Alfonso Bonilla Aragón, Bonar, uno de
sus gestores. De malas desde el principio, la torpeza lo persigue hasta hoy. El
terminal se sitúo en el extremo sur de la pista con la idea de que de los
aviones, la mayoría de los cuales vienen del norte, pudieran aterrizar hacia el
sur y despegar hacia el norte, ahorrando combustible y tiempo, cosa que casi
nunca pueden hacer pues los vientos resultaron mas fuertes de lo que pensaron.
El proyecto inicial, de los arquitectos Drews & Gómez, fue cambiado, ya
listo y pagado, por el actual, de Camacho & Guerrero, dizque por que había
que incorporarle áreas de exhibición para la recién creada zona franca.
Desocupadas acusadoramente por mucho tiempo son ahora insólitos
"counters" que permiten ver grotescamente por detrás el otro costado.
Uno de sus muelles se vino abajo sin que mediara temblor alguno y la reforma
posterior de Raúl H. Ortiz nunca se completo no se sabe si para bien o para
mal.
La
plataforma se orientó en diagonal con respecto a la pista, para evitar el sol
en el edificio, lo que ha dificultado a tal punto su ensanche que expertos internacionales
han recomendado su demolición. Si bien estos terminales se proyectaban para una
vida útil de 30 años, es lamentable tener que considerar que un obra que se
estrenó para los Juegos Panamericanos de 1971 (que tanto daño le hicieron a la
ciudad) tenga que ser descartada totalmente tan pronto. Pero es que además de
"torcido" nació siguiendo el modelo ya obsoleto del gran y único hall
de espera y dos largos muelles con románticas terrazas de observación, justo
cuando terminales como el de Air France en el Charles de Gaulle de París
indicaban soluciones pequeñas, sencillas, muy silenciosas, modulares, muy
claras y fácilmente comprensibles pensadas en función de los pasajeros y no de
la imagen grandilocuente de los aeropuertos de antes, como el El Dorado, de
Bogotá, diez años anterior, de donde seguimos copiando todo.
La
iluminación de su estrecha vía de acceso fue robada y lo primero que se
encuentra es el tugurio maloliente de los taxis que esperan; cuando se sale, es
el fétido olor de las plantas de procesamiento de quien sabe que, que dejaron
instalar en La Recta justo a su lado. El estacionamiento, que son varios, uno
incluso en el potrero, es un desastre y sus árboles enanos inservibles. No
dejan llegar los carros al terminal para recoger el equipaje pues las vías
están "reservadas" para las narcotoyotas de los vivos y de los que
tienen palancas. Durante años su agua no era potable. En la sala de equipajes
nacional no hay baños y en la internacional están pasando la aduana. Salir de
ellas es toda una mala odisea. Solo hay un monitor para anunciar los vuelos
¡uno solo! y con frecuencia esta dañado. Los sistemas de control y seguridad
son peligrosamente ineficientes e innecesariamente molestos. Los anuncios no se
oyen pues es el más ruidoso del mundo; absurdamente abierto, el volumen del
hall de (des)espera es tan grande que sería muy costoso el aire acondicionado.
Además los niños y no pocos "adultos"
corren y gritan permanentemente y las televisiones que nadie ve están a
todo volumen. ¿Donde se ha visto? También es el
mas visitado: en esta ciudad parece que nadie puede llegar o irse sin
estar acompañado de su familia extensa, sus amigos cercanos y lejanos y sus
mascotas varias pues no solo se ven los consabidos perros. Y los inevitables
escoltas y guardaespaldas, que no son lo mismo, pues politiqueros y mafiosos
viajan por igual. Y el más tugurizado: el gran hall fue “san Andresito” en
varias oportunidades y quedan sus vestigios. Es la chabacanería y el peor mal
gusto. Para rematar, el aeropuerto de Cali no esta en Cali sino en el vecino
Municipio de Palmira de donde sirve a la ciudad de Cali como ridículamente
tienen que avisar al aterrizar.
Que
irrespeto a la memoria de Bonar. Que vergüenza con los que nos visitan. Que
desprecio con nosotros mismos que tan poco respeto nos otorgamos.
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