El paro del pasado jueves 21 debería dejar en claro que es antidemocrático aprovecharse de una manifestación pacífica para introducir el desorden y el terrorismo o simplemente para robar o dar paso al vandalismo (ver Caliescribe.com, 23/11/2019); y está el alto costo económico para todos cuando una manifestación se sale de las manos de sus gestores y del control de la Policía paralizando las actividades comerciales de toda la ciudad, y está el impacto sicológico que de diversas maneras afecta a sus habitantes. En últimas, hay que entender el diseño de la polis en función de la política para asegurar la movilidad y las diferentes actividades en toda la ciudad, lo que hay que considerar en los planes viales y de uso del suelo. El uso de las calles y parques para manifestarse públicamente en grupo es un derecho fundamental de la democracia y una de las funciones de las plazas es justamente permitirlo ordenadamente; de ahí la importancia histórica de ...