Los animales exigen aire, agua y alimento, y muchos cobijo y protección. El humano buscó cuevas o cortó árboles en el bosque para su abrigo, cuidar el fuego y evadir a depredadores y enemigos. Pero muy pronto su vivienda se convirtió en el intento de crear una visión particular del mundo, ya sea una casa, un edificio o conjunto, cuando se le agrega la emoción ya buscada para las tumbas y monumentos. Por eso, a diferencia de los que viven en el campo, que ni se habrán enterado del confinamiento generalizado por el mundo en estos días, muchos de los que habitan en las ciudades, la gran mayoría, habrán descubierto o reencontrado no pocas cosas que permiten, estando adentro, estar afuera sin salir. Como lo que implica contar con patios, jardines y corredores en las casas unifamiliares, o balcones y terrazas en los apartamentos y hasta una eventual azotea de uso común, y poder disponer en ellos de huertos caseros, en el suelo o en materas, o sencillamente pode...