Aunque en casi todas partes casi todo ha cambiado muy rápido para casi todos, muy poco ha cambiado la relación del poder con ciertos individuos que se destacan por razones extremas, desde su locura homicida hasta su visión pertinente, junto con la intervención de sus familias y amigos, y estos desde los murmullos hasta el asesinato, sólo que hoy son mas los amigos que los familiares y que algunas muertes se disimulan con accidentes provocados; y la corrupción sigue presente: dignatarios que dan nombramientos y contratos a familiares o amigos, que cuando son ignorados hacen denuncias o difunden falsas noticias (Simon Sebag Montefiore. El Mundo/ Una historia de familias, 2022). Políticos entrelazados por diversas formas institucionalizadas de la mentira que, como lo advirtió Konrad Lorenz, han llevado a sus electores a una peligrosa tolerancia hacia sus promesas vacías y verdades a medias. La gran mentira...