En las escuelas de arquitectura los profesores y alumnos se ocupan principalmente del volumen de los edificios mas que de sus espacios y menos aun de sus ambientes. Las imágenes que se muestran en las clases de historia o se ven en las revistas son la mayoría de las veces de volúmenes y casi nunca de espacios y, desde luego, los ambientes son muy difíciles de fotografiar. Las maquetas invariablemente se miran como objetos volumétricos y apenas quedan los planos, que son un abstracción de dos dimensiones para representar volúmenes y espacios que en arquitectura no tienen solo tres dimensiones sino que se recorren en el tiempo y cambian con el paso del día y las estaciones. Rara vez se mencionan los materiales propuestos: su forma, color, matiz y textura, ni su despiece. Y casi nunca los ambientes. Las fachadas, que son las que limitan los espacios exteriores de los edificios, y que conforman nada menos que la ciudad, se dibujan como si todos sus componentes estuvieran en un solo pla...