Ir al contenido principal

Arquitectura y Lugar. 08.07.2004


Inseparables durante milenios, ya escasamente tienen que ver una con el otro. Los lugares son cada vez mas parecidos entre ellos mientras los edificios se vuelven cada vez mas simples objetos, como lo son carros y aviones. Los suburbios del tercer mundo occidental son cada vez mas semejantes; de México a Buenos Aires, de La Habana a El Cairo. El mismo desorden y mugre, los mismos “cables de la luz”, la misma proliferación de postes, la misma invasión de carros viejos y hasta los mismos colores amarillos que anuncian las mismas ferreterías. El mismo kitsch  de la arquitectura popular, que es la que se ve pues la de los arquitectos solo la vemos los demás arquitectos de vez en cuando en nuestras escasas revistas de arquitectura, y casi siempre son solo versiones desafortunadas de las modas internacionales.
Sin embargo el problema sigue siendo el de siempre pues como lo expresaban los antiguos mayas: “De varias clases se hacen los edificios, los hay en los que sólo puede vivir el espíritu de dios que habita en lo mas alto y su casa es como una montaña sagrada.  Los hay que son como panales y tienen muchos cuartos alrededor de un patio, y en ellos viven los señores en aposentos de piedra. Los hay que tienen paredes de piedra pero sus techos son como los del bosque, hechos de ramas y hojas, y en ellos viven los que sirven a los señores. Pero como las casas de la gente común, todos ellos son a semejanza de la morada que primero hicieron nuestros antepasados, con sus paredes cerradas y su techo inclinado para librarnos de la lluvia y a su forma se hacen las casas de piedra.”
          Pero las soluciones ahora ya no son las de siempre. Son muchísimas menos y casi siempre extrañas a la historia y geografía de cada lugar. Nosotros, por ejemplo, que tenemos sin saberlo no pocas tradiciones urbanas, arquitectónicas y de forma de vida de origen hispanomusulmán, nos olvidamos, con los ojos puestos en Miami (los clientes) y en Barcelona (los jóvenes arquitectos), de asegurar la privacidad en nuestras viviendas. Ignoramos el mandato de los versículos 4 y 5, del capitulo XLIX de El Corán, que ilustran claramente el sentimiento que muchos aun tenemos en estas tierras. Conocidos como “El Santuario”, dicen así: “El interior de tu casa es un santuario: los que lo violen llamándote cuando estás en él, faltan al respeto que deben al intérprete del cielo. Deben esperar a que salgas de allí: la decencia lo exige.”
          Los cerca de 35.000 arquitectos que hay en el país, en lugar de ver (solamente) tanta revista española de arquitectura, deberíamos buscar critica y colectiva soluciones para nuestras diferentes regiones. Soluciones que consideren los asuntos mas importantes de la profesión actualmente, como son la preeminencia urbana y la versatilidad, reciclaje, ecoeficiencia y seguridad de los edificios, y las tendencias estéticas en el país y el mundo que den cabida a las búsquedas generacionales de cambio e innovación. Pero solo en la medida en que sean pertinentes a nuestra geografía (clima, topografía, suelos y paisajes), tengan en cuenta nuestra historia (tradiciones urbanas, arquitectónicas y constructivas) y nuestro comportamiento social (gusto, expectativas y manera de vivir). Y bajo la premisa de que la arquitectura debe atenerse a las normas, y ser construible y habitable; pero grata y emocionante.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta columna en el concurso para la Manzana T´ y re

Equilibrio. 03.06.2020

En la medida en que se hace necesario prolongar el aislamiento es preciso, además de las nuevas excepciones, que se corrijan algunos desaciertos ya señalados en los medios por columnas de opinión, entrevistas e información al respecto, y considerar que la situación es diferente en cada población del país, como lo es la de muchos municipios a los que no ha llegado la pandemia y por tanto la única medida a tomar es impedirlo controlando la entrada y salida de sus habitantes. Que la información que se suministre sea completa, pertinente y debidamente documentada (y no datos inconexos que generan alarma a base de exageraciones) para que sea útil al poder compararla con la de otros países, especialmente con los que se comparten aspectos geográficos, económicos, sociales, culturales y étnicos, como Panamá, Venezuela o Ecuador de los que a excepción de lo de Guayaquil muy poco se ha informado, y casi nada del pertinente ejemplo de Costa Rica. No se ha entendido que a los adultos mayores, sano

La montaña rusa. 27.09.2001

Si; se trata de la ampliación de la Avenida de Circunvalación: una obra sin lugar a dudas torcida. ¿Es que nadie se da cuenta? Curvas que se pegan a otras curvas, en fuerte pendiente. Allí se ignoraron las mas elementales normas del diseño vial. Sus carriles desaparecen o se estrechan como si los carros fueran de caucho. Calzadas para tres carros y medio... como si   fuéramos tontos. ¿Lo somos? Por supuesto su pavimento variopinta, remendado y discontinuo no es lo de menos: ilustra la mentalidad de sus gestores, diseñadores, constructores e interventores. Y la de la opinión pública en Cali que solo se preocupa (los que se preocupan) de que este nuevo esperpento no esté ya terminado.           Para hacer semejante adefesio, financiado, junto con sus inevitables serruchos, con el dinero de los contribuyentes, se talaron muchos árboles del Parque del Acueducto, incluyendo la palma abrazada por la ceiba, y nunca se supo que pasó con los que supuestamente se trasplantaron. Con permiso d