Allá casi todo lo bello es construido;
aquí lo bello es casi todo naturaleza. Como muchas ciudades andinas, Cali esta
incrustada espectacularmente en sus cerros. De ahí que levantar edificios altos
a sus pies sea tan torpe. Podrían estar a lo largo del corredor férreo en donde
tendrían magníficas vistas sobre la cordillera y el valle. Pero se necesitaría
el respaldo, autoridad, cultura, conocimientos y visión del Barón Eugène-Georges
Haussmann (1809-1891), Prefecto del Sena en la segunda mitad del XIX.
Para controlar
militarmente a Paris demolió sus defensas renacentistas y muchas construcciones
medioevales, pero con sus nuevos bulevares le dio su indiscutible belleza y carácter
a la que se llamaría Ciudad Luz. Un siglo después aquí tiraron no pocas
edificaciones para valorizar terrenos y borrar la vieja imagen de Cali para los
Panamericanos de1971, pero no quedo ningún bulevar o avenida nuevos, solo el
(mal) llamado Parque Panamericano. Por lo contrario comenzaron a talarse los
samanes de las cinco bellas alamedas que existían, para dar paso a los carros,
y las demoliciones se generalizaron a lo largo de sus pocas avenidas.
En París casi todas
las calles son similares en color, altura y ritmo, y están arborizadas
regularmente con una sola especie. Aquí ya es difícil encontrar una calle
paramentada. Los colores son ahora muy diversos, las alturas varían dejando
feas culatas, no hay armonía y la arborización es escasa y desordenada. Allá
abundan los pequeños parques de barrio mientras aquí son pocos, grandes,
descuidados y de sector. Los Campos Elíseos tienen los andenes mas anchos del
mundo y San Antonio los mas angostos.
Allá predominan los
espacios monumentales y monumentos. Aquí estaban prohibidos en la Colonia y de
la República apenas hay los de Bolívar, Caicedo e Isaacs (que hay que regresar
a su rotonda), y los modernos son mamarrachos de falso bronce, como los de años
recientes, o pequeños y mal emplazados como los de Tejadita, Rayo y Grau. Y el
Paseo Bolívar, la Plaza de San Francisco y el Panamericano son nuestros únicos
espacios “monumentales” pues la antigua Plaza Mayor terminó de parque.
París tiene mas
edificios portentosos que ninguna otra ciudad. Aquí apenas queda la Torre
Mudéjar, San Francisco y la Merced, que ya perdieron su contexto colonial, y la
Capilla de San Antonio que aun conserva su colina. De la primera mitad del XX,
solo quedaron el Palacio Nacional, la Catedral, el Palacio Episcopal, la Ermita
y los teatros Municipal y Alférez Real. Y modernos, escasamente la Estación, el
Hospital Departamental, el CAM, la Gobernación y la Tertulia. Y claro, la
llamada Torre de Cali es tan tonta como la de Montparnasse.
Cali no tiene por que
ser igual a París pero, como el francés y el español, es una variación de la
misma estructura e historia. Primero fue colonial y después afrancesada, por
cierto, antes de agringarse. En París, medieval, renacentista y después Segundo
Imperio, casi todo lo moderno apenas asoma, como la pirámide del Louvre o la
Fundation Cartier, o esta abajo como su Metro. Pero ambas vienen de Grecia y
Roma; solo que aquí importaron mas los negocios que la ciudad.
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