Esa arquitectura que en otras partes los medios han denominado 'espectáculo' , precisamente por sus formas espectaculares, está llamada a su rápida desaparición “para formar parte de la historia” , como lo dice Arturo G. de Terán (El arte en la arquitectura de hoy hacia mañana, 2008). En un contexto dominado por la forma de los edificios, más que por lo que debe resolver su arquitectura de frente a ciudadanos y ciudades, aun algunos arquitectos consideran que sus obras son “la esencia del arte”. Por lo contrario, lo que precisamos es que esas formas sean eficaces en el uso de la energía y el agua, funcionales, confortables, flexibles, seguras e integradas creativamente a entornos pre existentes, y que además resuelvan los problemas urbanísticos de la ciudad, pensando en la calidad de vida de sus usuarios. En definitiva, una arquitectura de interés social con versatilidad de usos “que el arquitecto tratará de convertir en arte”. Por supuesto podemos equivocarnos en el empeño, “