Así como un medico sabe que entre vegetar y vivir media la memoria, un alcalde debería entender la vital importancia cultural de conservar el patrimonio construido. Aquí ya solo nos quedan algunos importantes escenarios deportivos, intervenidos por el mismísimo Municipio sin acatar las normas existentes, como lo ha denunciado la SCA, unos cuantos edificios modernos, que no alcanzaron a constituir un sector unificado, algunas obras Art déco, maltratadas como el Conservatorio, cada vez menos casas español californiano, ciertos inmuebles y espacios republicanos, apenas tres monumentos coloniales, el trazado ortogonal del centro, el último de los nuevos barrios, Miraflores, y San Antonio, que es de tradición colonial, los dos en el olvido. Poco para una ciudad tan grande ¿Qué piensan en las Secretarias de Planeación y Cultura? ¿Y el Concejo? ¿Y la Cámara de Comercio de Cali, que contribuyó tanto a la salvación de San Antonio hace unas décadas? ¿Por qué no se ha peatonalizado aun la Carrera 6ª como se propuso para los 450 años de la ciudad? Sería decisivo, y así lo entendió el Grupo Somos Arquitectos, vecino de la misma, que retomó la idea.
Por lo contrario, como lo denuncia la Junta de Acción Comunal del barrio, en los últimos años se han demolido varias casas. Como tres en la esquina de la Carrera 6ª con la Calle 5ª y dos mas entre las Calles 2ª y 3ª, o alterado los andenes con pisos caprichosos, escalinatas o rampas, o incluso invadido, como pasó junto a la colina. O se hacen terceros pisos o se juntan lotes, lo que está explícitamente prohibido, y torpemente se eliminan patios y solares. O se cambia el uso de suelo sin autorización y sin considerar sus necesidades de estacionamiento ni su impacto visual y auditivo. Para no hablar de los pastiches coloreados que se sobreponen a sus austeras fachadas de antes, por que lo malo no es la arquitectura “moderna” sino simplemente la que es impertinente o su inexistencia. Todo sin control alguno de las Autoridades, mucho mas necesario ahora pues hace dos años el Concejo Municipal reformó los usos del suelo para permitir oficinas, restaurantes y cafés en un barrio tradicionalmente residencial.
Nuevos usos que serian bienvenidos si no se altera la tranquilidad del barrio, se acatan las normas y se respeta su sencilla arquitectura de patios y paramentos blancos con pocos vanos verticales, techumbres y aleros. El riesgo es que se convierta en otro Granada, como lo advierte la Junta en su Informe Especial. Allí la miopía de algunos comerciantes incultos, sumada a la frivolidad de buena parte de su arquitectura de moda, está por matar la gallina de los huevos de oro, acabando de paso, torpemente, con uno de los mas tradicionales barrios de Cali, pese a que aun podría ser un buen ejemplo de renovación urbana acogiendo el proyecto que existe al respecto. Pero en San Antonio todo depende de que sus habitantes no lo abandonen. Que no olviden que es uno de los mejores y mas económicos lugares para morar en esta ciudad cada vez mas inhóspita. Pero sin dudad ayudaría mucho que se tomara en serio su declaración de patrimonio de la ciudad, y que el Alcalde Ospina escuche lo que dice el barrio pues el anterior ni siquiera lo podía ver.
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