Poner un centro comercial en las viejas y desocupadas bodegas y talleres del Ferrocarril del Pacífico en Cali, llamados Chipichape, fue una buena idea pero con las sucesivas remodelaciones que se han hecho ya no queda nada de su imagen histórica, cosa que tal parece que los comerciantes ignoran que es un mal negocio. No entienden que al usar para cada remodelación nuevos arquitectos, estos, fieles a la equivocada arquitectura que se está haciendo en la ciudad, ignorarían lo existente, y precisamente lo que querían los que querían borrar toda huella del pasado de ese lugar sin ver que precisamente eso era lo que lo hacia diferente y atractivo, y no apenas en la ciudad sino en el país. Afortunadamente nada les diría que el nombre de dichas instalaciones del ferrocarril, construidas por el ingeniero Antioqueño Neftalí Sierra, e inauguradas en 1934 y lo único que queda q...