Como se afirmó en días pasados en un
Molino de Papel el problema de las Tres Cruces no está en las antenas sino en
sus soportes. Hace 15 años, para los 450 de la ciudad, se propuso algo como la
torre de Collserola que concibió Sir Norman Foster, el famoso arquitecto
inglés, para Barcelona, o la del español Santiago Calatrava, en Montjuïc,
únicos soportes de antenas de esa ciudad, o el gran mástil del World Trade
Center en Manhattan. Ahora proponen que las antenas se trasladen nada menos que
a la loma de basura de Navarro, donde por supuesto no son posibles ni técnica
ni financieramente como lo advirtió la nota mencionada.
Hundir
un sector de la Avenida Colombia es inoficioso y no dejar una pequeña vía
vehicular en la superficie, un error. En ninguna parte ha prosperado una calle
comercial frente a un río o una playa sin que tenga la animación del transito,
ni siquiera la de Ipanema en Río de Janeiro, con tangas y todo, donde
precisamente pasa la Avenida Atlántica con sus famosos y anchos andenes
(inspirados en la del Marques de Pombal de Lisboa) por donde caminan las
garotas de la también famosa canción. El comercio solo se da bien cuando está a
ambos lados de calles y avenidas. No existe actividad comercial de importancia
enfrente de grandes espacios abiertos por lo que el propuesto no pasaría de ser
otro descampado más con ínfulas de "plazoleta". Por otra parte, para
que realmente valga la pena el hundimiento tendría que ser por lo menos desde
la altura del Hotel Intercontinental.
Se
salieron con la suya en contra de la opinión pública pasando por encima de
normas y compromisos, de la Sociedad Colombiana de Arquitectos y la filial del
Consejo Nacional de Monumentos. Quieren "arribar" a la historia como
los que acabaron con las últimas manzanas del viejo casco de Cali con el dinero
de los demás. Como si hubieran roído silenciosamente su interior agazapados en
la oscuridad, no quedó sino una cáscara que ya sola perdió por completo su
valor y que, como no, terminaron tumbando por "insegura". Todo por
construir nueve pisos en un lugar donde como lo demostró la antigua FES no se
debe pasar de dos, máximo tres, y eso en el interior. Es lamentable la falta de
ética de los autores de semejante despropósito, que insisten en su diseño a sabiendas
de que no es el apropiado ni el permitido, razón por la cual están bajo
investigación del Consejo Profesional Nacional de Arquitectura. Duele el escaso
interés de las Autoridades que tan poco han hecho para detener tan inaudita
destrucción, deplorablemente cumplida ante la indiferencia ciudadana; solo los
vecinos de San Antonio se movilizaron: ellos saben por qué. Tal como se dan las
cosas aquí, en donde reina la impunidad, igual destino tendrán las otras
manzanas que adquirió Confenalco con el propósito de demolerlas para sus
edificios sin gracia que por supuesto podrían estar en otra parte del centro.
Es
la primera intersección de tres niveles con que ya cuenta Cali ¡que progreso!
¡que desarrollo! ¡que modernidad! El tramo curvo elevado y con hermosa vista
que empata la Quinta en sentido norte-sur con la Carrera Diez se hizo con la
disculpa de solucionar el cruce a la izquierda de los camperos que bajan de
Terroncolorado, pero se les olvidó volverlos a poner después de que fueron
retirados para realizar los trabajos y ahora solo pasa algún vehículo
ocasionalmente. El puente quedó, pues, como un gran monumento algo caro y nada
bello a la improvisación con que se adelantan esta clase de obras en
"beneficio" de la ciudad.
Son
muchos los proyectos construidos que nunca se evalúan pero que con frecuencia
son objeto en los medios de esas alabanzas fáciles que abundan en esta ciudad,
tan necesitada de una crítica permanente de su arquitectura y urbanismo,
debidas a la ignorancia y al amiguísimo. Viene como anillo al dedo eso de
ASINUS ASINUM SICAT FRICAT. Son las
roscas, las familias y el clientelismo: toda una sociedad viva & boba de elogios mutuos mientras la
ciudad -y el país- se desbaratan; como ese de seguir insistiendo en la reina, a
la que dedican páginas enteras: ni que fuera fútbol. Pero se entiende: lo de
Zaratoga es una bobada. Vivos que somos.
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