Al parecer los accidentes de transito
matan el doble de colombianos que la violencia armada (Semana Nº 953,
7/8/2000). Sin embargo los medios casi siempre los achacan a un supuesto exceso
de velocidad o al "alicoramiento" de los conductores. Rara vez al mal
estado de las vías, la falta de señalización o que al menos la mitad de las que
existen son antitécnicas o no se pueden ver o se tapan entre ellas mismas pues
cuando se ponen nuevas (es un robo) no se retiran las viejas. Nunca lo
atribuyen al hecho lamentable de que aquí todos echan los carros
"palante" y muchos hasta dan reversa con habilidad pero pocos saben
conducir o no se les ha enseñado bien: las autoridades no lo exigen, solo piden
los "papeles" por aquello del papel moneda.
El
"Pare" lo confunden con el "Ceda el paso" y no se detienen
completamente, señal que por lo demás no se usa aquí en donde hay un revoltijo
muy colombiano de normas norteamericanas y europeas. En los semáforos
invariablemente amagan con arrancar y de hecho, intempestivamente, siempre hay
alguien que no aguanta (no se sabe que) y de pronto se lo "vuela". El
"entrecruzamiento" se desconoce y nadie hace caso de la señal que lo
anuncia por lo que hay que hacerlo a la brava; se ignora que el que va adelante
tiene prelación. Les molesta que se circule en su frente o que alguien
"se" les cruce aunque sea lejos: pitan con rabia y aceleran con
envidia. No dejan salir de los garajes y parqueaderos ni permiten estacionar;
desconocen la señal respectiva. Tampoco saben de el "uno si otro no"
para resolver trancones o cruces llenos: vivos-tontos todos tratan de meterse
al tiempo. En las conexiones paralelas (aquí son apenas peligrosamente
oblicuas) en lugar de acelerar para
ajustarse al transito de la vía a la que ingresan, paran, ahí si, atravesados,
estorbando a los demás (que pitan) y su arrancada es lenta y azarosa.
Los
pasos peatonales están mal ubicados y el trazado de calles y carriles no ayuda:
cambian de ancho permanentemente y estos, cuando existen, en lugar de sumarse
unos a otros, se dividen o juntan como si por ellos en lugar de circular
automóviles, que no pueden cambiar de forma, fluyera agua. Los amenazadores
"espolones" que así presentan puentes y separadores causan muchos
accidentes. Es el problema de usar mal las palabras: los carros ni mucho menos
los peatones "fluyen" como creen los del transito; los primeros
circulan y los otros caminan. O creer que las cosas cambian con tan solo
cambiar sus denominaciones. Como llamar vías arterias a viejas calles y
llenarlas de carros como si fueran autopistas. Para rematar, abundan los
huecos, sumideros rotos y alcantarillas sin tapa o enterradas (producto del robo
de repavimentar sin retirar el asfalto anterior) que hay que tratar de evitar.
Y motos y bicicletas y carretillas y...
Las
autoridades parecen desconocer que los semáforos son para que automóviles -y
peatones- crucen en orden las esquinas. Además deben regularizar el transito
para lo que tienen que estar sincronizados. Como en Cali no lo están o no lo
están bien, son violados todo el tiempo. En los que aún quedan siempre hay un
vivo las 24 horas del día todos los días que se lo pasa en rojo: carro, bus, taxi,
camión, volqueta, moto, bicicleta, carreta, peatón (a la carrera) o patrulla de
la policía. Incluso se llega a la esquizofrenia (o que es) de que las
autoridades advierten que es peligroso parar en ellos de noche pero los dejan
funcionando. Los carriles tampoco se respetan ni los sentidos de las calles; a
veces es imposible hacerlo. Nadie parece saber que existen velocidades de
"crucero" en las diferentes vías, a las que hay que ajustarse. Cada
cual anda a la velocidad que le da la gana, por donde le da la gana, en el
sentido que le da la gana y se detiene en donde le da la gana. Peatones,
bicicletas y motos no acatan ninguna norma. Hasta las de la policía circulan de
noche sin luces y en contra vía con uniformes verde oliva de tropa de asalto y
amenazadores cascos de competición que los hacen parecer matones. Por supuesto
poco sirve saber manejar en medio de la barbarie de nuestras calles.
¿Cual
candidato propone organizar el transito de la ciudad? Cali lo necesita; es un
problema de muerte o al menos (y es mucho) de mejor calidad de vida.
Comentarios
Publicar un comentario