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¡...fuera del tiesto!. 05.10.2000


Al parecer los accidentes de transito matan el doble de colombianos que la violencia armada (Semana Nº 953, 7/8/2000). Sin embargo los medios casi siempre los achacan a un supuesto exceso de velocidad o al "alicoramiento" de los conductores. Rara vez al mal estado de las vías, la falta de señalización o que al menos la mitad de las que existen son antitécnicas o no se pueden ver o se tapan entre ellas mismas pues cuando se ponen nuevas (es un robo) no se retiran las viejas. Nunca lo atribuyen al hecho lamentable de que aquí todos echan los carros "palante" y muchos hasta dan reversa con habilidad pero pocos saben conducir o no se les ha enseñado bien: las autoridades no lo exigen, solo piden los "papeles" por aquello del papel moneda.
          El "Pare" lo confunden con el "Ceda el paso" y no se detienen completamente, señal que por lo demás no se usa aquí en donde hay un revoltijo muy colombiano de normas norteamericanas y europeas. En los semáforos invariablemente amagan con arrancar y de hecho, intempestivamente, siempre hay alguien que no aguanta (no se sabe que) y de pronto se lo "vuela". El "entrecruzamiento" se desconoce y nadie hace caso de la señal que lo anuncia por lo que hay que hacerlo a la brava; se ignora que el que va adelante tiene prelación. Les molesta que se circule en su frente o que alguien "se" les cruce aunque sea lejos: pitan con rabia y aceleran con envidia. No dejan salir de los garajes y parqueaderos ni permiten estacionar; desconocen la señal respectiva. Tampoco saben de el "uno si otro no" para resolver trancones o cruces llenos: vivos-tontos todos tratan de meterse al tiempo. En las conexiones paralelas (aquí son apenas peligrosamente oblicuas) en lugar  de acelerar para ajustarse al transito de la vía a la que ingresan, paran, ahí si, atravesados, estorbando a los demás (que pitan) y su arrancada es lenta y azarosa.
          Los pasos peatonales están mal ubicados y el trazado de calles y carriles no ayuda: cambian de ancho permanentemente y estos, cuando existen, en lugar de sumarse unos a otros, se dividen o juntan como si por ellos en lugar de circular automóviles, que no pueden cambiar de forma, fluyera agua. Los amenazadores "espolones" que así presentan puentes y separadores causan muchos accidentes. Es el problema de usar mal las palabras: los carros ni mucho menos los peatones "fluyen" como creen los del transito; los primeros circulan y los otros caminan. O creer que las cosas cambian con tan solo cambiar sus denominaciones. Como llamar vías arterias a viejas calles y llenarlas de carros como si fueran autopistas. Para rematar, abundan los huecos, sumideros rotos y alcantarillas sin tapa o enterradas (producto del robo de repavimentar sin retirar el asfalto anterior) que hay que tratar de evitar. Y motos y bicicletas y carretillas y...
          Las autoridades parecen desconocer que los semáforos son para que automóviles -y peatones- crucen en orden las esquinas. Además deben regularizar el transito para lo que tienen que estar sincronizados. Como en Cali no lo están o no lo están bien, son violados todo el tiempo. En los que aún quedan siempre hay un vivo las 24 horas del día todos los días que se lo pasa en rojo: carro, bus, taxi, camión, volqueta, moto, bicicleta, carreta, peatón (a la carrera) o patrulla de la policía. Incluso se llega a la esquizofrenia (o que es) de que las autoridades advierten que es peligroso parar en ellos de noche pero los dejan funcionando. Los carriles tampoco se respetan ni los sentidos de las calles; a veces es imposible hacerlo. Nadie parece saber que existen velocidades de "crucero" en las diferentes vías, a las que hay que ajustarse. Cada cual anda a la velocidad que le da la gana, por donde le da la gana, en el sentido que le da la gana y se detiene en donde le da la gana. Peatones, bicicletas y motos no acatan ninguna norma. Hasta las de la policía circulan de noche sin luces y en contra vía con uniformes verde oliva de tropa de asalto y amenazadores cascos de competición que los hacen parecer matones. Por supuesto poco sirve saber manejar en medio de la barbarie de nuestras calles.
          ¿Cual candidato propone organizar el transito de la ciudad? Cali lo necesita; es un problema de muerte o al menos (y es mucho) de mejor calidad de vida.

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