Como se previo en esta columna, el MIO
no cabe (bien) por la calle 13, y el concurso arquitectónico para mejorar las
áreas afectadas para su implementación a lo largo de toda la ciudad puede
resultar siendo apenas una trampa para tranquilizar a los que se preocupan por
la pésima calidad de espacio urbano público en Cali. La Sociedad Colombiana de
Arquitectos, seccional del Valle del Cauca, coordinadora del concurso, esta
alarmada ante los recortes propuestos al proyecto ganador del diseño del primer
tramo del sistema, y los arquitectos responsables del mismo preocupados por el
cambio permanente de sus parámetros y la entrega retrasada de la información
requerida.
Los andenes quedarían solo de 2.8 metros
cuando el COMPES había establecido un ancho promedio de 4.0 metros. Se descarto
la ciclo ruta pese a que el Municipio de Palmira ha construido una por La Recta
hasta el Rió Cauca. La arborización propuesta no es la apropiada para el clima.
Debido al tipo de estaciones finalmente escogido se esta dejando un separador
central ancho poco aprovechable para los peatones, y no se esta contando con
los antejardines, haciéndole el quite a las dificultades legales pero
desaprovechando la oportunidad de mejorar la ciudad. Las recomendaciones del
obligatorio estudio de impacto urbanístico, elaborado por el CITCE de la
Universidad del Valle, no se están considerando y tampoco las de las bases
establecidas para el concurso.
Por otro lado no se
comprende cómo en lugar de hacer la terminal junto a los puentes sobre el Rió
Cauca, en donde la topografía, como lo advierte el arquitecto Oscar Mendoza, se
presta para hacer sus cruces viales a dos niveles, se haya escogido una
glorieta sobre la Carrera Primera que implica que los buses intermunicipales
tengan que ingresar a la ciudad y que los pasajeros deban caminar mas de 150
metros entre una terminal y la otra pudiendo haber sido una sola.
Seguramente
(por ahora) a nadie le importará nada de esto; los candidatos a la alcaldía se
quedaran callados y ya saldrán los aduladores de oficio a decir maravillas del
primer bus articulado que circule por la Carrera Primera. Lo demás se ignorará
como se ignoro en Bogotá, que los buses del TransMilenio no cuenten con
“puentes” automáticos entre el piso del bus y el de la estación, y que no
pudieran funcionar con motores de ultima generación, menos contaminantes y mas
eficientes, debido a la pésima calidad del ACPM nacional, lo que obligo a
cambiarlos por modelos obsoletos prohibidos en otras partes, como lo denunció
la revista Motor de El Tiempo (10/08/2003). “Recortes” a los que en Cali se
sumará el cambio de las cajas automáticas por mecánicas, mientras se sigue
hablando alegremente en los medios del MIO como si fuera la última de las
maravillas.
Es
de esperar que los arquitectos seleccionados, reconocidos profesores de la
Universidad Nacional, encuentren alternativas que no desmeriten sus ideas
iniciales, y sobre todo que no se dejen presionar solo para que se pueda
inaugurar algo antes de que termine el periodo del actual alcalde. No podemos
permitir que se repita la infame historia de la Circunvalación sur. ¿Hasta
cuando esta ciudad aguantara la improvisación y la tacañería crecientes con que
desde los Juegos Panamericanos se hacen sus obras publicas para ser inauguradas
antes de ser terminadas?
Comentarios
Publicar un comentario