Ir al contenido principal

Arquitectos. 18.06.2009

No es casual que de los 15 hombres universales del Renacimiento 14 fueran arquitectos. Desde los muy conocidos Brunelleschi, Filarete, Bramante o Serlio, hasta Alberti, Vasari, Miguel Angel o Leonardo, cuya importancia para la arquitectura muchos ignoran (Peter Burke, El Renacimiento italiano, 1972). Cinco siglos antes ya Vitruvio pensaba que el arquitecto “Debe ser un hombre de letras, un delineante hábil, un matemático familiarizado con la investigación científica, un estudiante de filosofía diligente, y conocedor de la música; no debe ignorar la medicina ni desconocer las respuestas de los “juris consultos”, y le será útil saber astronomía y poder realizar cálculos  astronómicos.” (Los diez libros de Arquitectura, c. 23 aC.).  También había señalado que el arte y la ciencia tienen en común la teoría pero que los diferencian la técnica y la practica, y que, como repitió después Einstein, es el misterio lo que lleva a aquellas. Hoy, además, el arquitecto también debe tener nociones de economía y de las ingenierías que ahora tienen que ver con los edificios.
          Pero en la mayoría de las escuelas de arquitectura no han entendido que la buena arquitectura no se dibuja si no que se compone, y que ahora no hay que ser un delineante hábil pues con los computadores no se precisa, ya que, como lo dijo Miguel Angel, “se pinta con el cerebro, no con las manos.” Además, con los modelos virtuales recorribles se puede “ver” con precisión el paso del sol o del viento, por ejemplo. Y del resto que recomendaba Vitruvio si acaso un poco de pintura, escultura, fotografía o cine, pero nada de música, humanidades o filosofía y menos de matemáticas, ciencias o derecho. Ni se preocupan a fondo por el clima, clave para nuestra arquitectura futura cuando pase el espectáculo frívolo del “exteriorismo” de revista que algunos medios confunden con lo novedoso. El hecho es que la opinión pública no se ha enterado todavía de que es urgente que los edificios vuelvan a ser ante todo bioclimaticos y contextuales, pues la mayoría de los de ahora están contribuyendo a acabar con el clima y las ciudades, lo que debería ser de su interés.
          Además la arquitectura debería ser un programa de post grado. Al fin y al cabo, y volviendo a la muy renacentista discusión del “parangón”, es la madre de las artes, y además hay que regresarle la importancia que perdió en las ciudades con la vulgarización del urbanismo moderno (Jane Jacobs,  Vida y muerte y de las grandes ciudades, 1961). En el siglo XV muchos pensaban que la tridimensionalidad de la escultura le permitía representar mejor al hombre, mientras otros creían que la pintura no solo podía hacerlo mas completamente, con el color, si no que podía representar a las esculturas que lo hacían (Peter Watson, Ideas, 2007). La arquitectura, podemos agregar, puede imitar a la pintura y  a la escultura (hoy lo hacen tantos arquitectos de moda), pero no al revés. Además puede albergar pinturas que representan esculturas que modelan los hombres que las hacen y los que las admiran y critican. Por eso los arquitectos tienen que volver ser universales, y con mayor razón en esta época de especialistas miopes, que, como dijo Frank Lloyd  Wright, han dejado de pensar y solo saben.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta columna en el concurso para la Manzana T´ y re

Equilibrio. 03.06.2020

En la medida en que se hace necesario prolongar el aislamiento es preciso, además de las nuevas excepciones, que se corrijan algunos desaciertos ya señalados en los medios por columnas de opinión, entrevistas e información al respecto, y considerar que la situación es diferente en cada población del país, como lo es la de muchos municipios a los que no ha llegado la pandemia y por tanto la única medida a tomar es impedirlo controlando la entrada y salida de sus habitantes. Que la información que se suministre sea completa, pertinente y debidamente documentada (y no datos inconexos que generan alarma a base de exageraciones) para que sea útil al poder compararla con la de otros países, especialmente con los que se comparten aspectos geográficos, económicos, sociales, culturales y étnicos, como Panamá, Venezuela o Ecuador de los que a excepción de lo de Guayaquil muy poco se ha informado, y casi nada del pertinente ejemplo de Costa Rica. No se ha entendido que a los adultos mayores, sano

La montaña rusa. 27.09.2001

Si; se trata de la ampliación de la Avenida de Circunvalación: una obra sin lugar a dudas torcida. ¿Es que nadie se da cuenta? Curvas que se pegan a otras curvas, en fuerte pendiente. Allí se ignoraron las mas elementales normas del diseño vial. Sus carriles desaparecen o se estrechan como si los carros fueran de caucho. Calzadas para tres carros y medio... como si   fuéramos tontos. ¿Lo somos? Por supuesto su pavimento variopinta, remendado y discontinuo no es lo de menos: ilustra la mentalidad de sus gestores, diseñadores, constructores e interventores. Y la de la opinión pública en Cali que solo se preocupa (los que se preocupan) de que este nuevo esperpento no esté ya terminado.           Para hacer semejante adefesio, financiado, junto con sus inevitables serruchos, con el dinero de los contribuyentes, se talaron muchos árboles del Parque del Acueducto, incluyendo la palma abrazada por la ceiba, y nunca se supo que pasó con los que supuestamente se trasplantaron. Con permiso d