Dos amenazas que afectarán a todos por
primera vez en la historia son evidentes aunque muchos no quieran verlas: un
desastre nuclear y el cambio climático. El primero originado por el terrorismo
o por una guerra ocasionada por este (Noam Chomsky ¿Quién domina el mundo? 2016). Y el segundo por el consumismo,
generado por las multinacionales con sus productos de obsolescencia programada,
mediante una propaganda engañosa, y utilizando combustibles de origen fósil (Konrad Lorenz, Decadencia
de lo humano, 1985).
Y aquí, según un
estudio de la Universidad Nacional (Semana,16/10/2016) los gases de efecto
invernadero, GEI, ya tienen graves consecuencias en el clima del Valle del
Cauca (que de nuevo se confunde con el valle del rio Cauca, pues la región del
Pacifico es mas lluviosa, húmeda y selvática). El caso es que las temperaturas
cálidas al parecer se van a extender lo que significa una “dramática”
transformación de los ecosistemas de la región. Lo que tendrá consecuencias en
el abastecimiento de agua para Cali, ya con evidentes problemas.
Amenazas mencionadas que son producto
del “desarrollo” capitalista, pero lo grave es que los intentos para
reemplazarlo por otro sistema político, económico y en últimas social, han
resultado peores, desde la Unión Soviética y sus satélites en Europa a
Venezuela, pasando por Cuba. Y lo de China es tal vez mas que peor pues pasó a
un capitalismo de estado, actuando como una única empresa y un solo monopolio,
incluyendo el sistema de mano de obra
asalariada y la administración
centralizada, y manteniendo sus satélites.
Pero lo que si es dramático
es la falta de interés aquí en el tema. Por ejemplo,
que hay que parar ya el crecimiento demográfico, el consumismo, la
contaminación y la destrucción de la naturaleza. Y Colombia no ha firmado el
Acuerdo de Paris, y es ineludible que para que el cambio climático no se vuelva
un desastre hay que hablar de trastorno, como propone el arquitecto Harold
Martínez, pues la realidad es que se ha trastornado artificialmente el clima y
se continua haciendo cada día, unos mas que otros es verdad.
Las ciudades son por supuesto las mas
amenazadas, y aunque se habla mucho de que deben ser sostenibles, la realidad es
que la arquitectura “bioclimática” además de utilizar mal la palabra (igual que
es sostenible y no sustentable), es en buena parte un engaño (Michael Mehaffy, y Nikos Salingaros, Por qué la Arquitectura Verde pocas veces merece su nombre, 2013), y aquí la
promoción y venta de carros aumenta como si nada, persiguiendo the American way of life.
Como dice
Chomsky “Estados Unidos ha sido de lejos el primero entre desiguales y sigue
siéndolo [dictando] los términos del discurso global en un abanico de asuntos
…” (p. 9), y confirma que “por primera vez en la historia de la especie humana,
hemos desarrollado claramente la capacidad de destruirnos” (p. 163) pero
advierte que “Washington se protege a sí mismo y al sector empresarial” (p.189)
y en conclusión, es pertinente su pregunta final “¿qué principios y valores gobiernan
el mundo?” (p. 318). Trump ya lo dijo: modificará los
tratados, “lanzando una guerra comercial cuyos efectos llegarían más allá de
los sectores comerciales” (L. F. Florio, La Vanguardia, Barcelona
03/11/2016), lo que viene a ser casi lo mismo que proponía Hilary Clinton: mantener los acuerdos comerciales para incentivar
una economía global…a favor de Estados Unidos, claro está.
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