Las construcciones consideradas como patrimonio arquitectónico, cuando están en las ciudades son al mismo tiempo un patrimonio urbano, y suelen ser percibidas como una imagen, una referencia o como el lugar de una actividad, pero por lo regular son vistas simultáneamente de las tres maneras, aún cuando una puede ser la predominante. Algunas de estas construcciones conforman hitos urbanos que identifican los sectores de la ciudad, pero los cambios en su uso muchas veces son indispensables para poder conservar dicho patrimonio arquitectónico, principalmente en su uso, lo que a su vez afectan el uso del suelo de los predios vecinos y con él su valor comercial. Tal es el caso de la “pesadilla” de La Sagrada Familia, como bien la llama Andrea Gómez (El País, 28/05/2023) en el muy grato parque de El Peñón, símbolo de este reconocido barrio de Cali. Hace cerca de una década su proyecto de renovación para convertirlo...