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Sr. Alcalde…. 06.03.2003


En viejas fotografías se ve que a principios del siglo pasado San Antonio y La Merced eran barrios de casas de patios, un piso, paramentadas, de techumbres con aleros, y blancas. Al terminar el siglo La Merced casi había desaparecido y casas, patios y solares de San Antonio se habían subdividido, había ya bastantes segundos pisos y no pocos edificios de tres y hasta cuatro. Los paramentos se habían perdido por los voladizos (que se roban el espacio público) y esa dañina e inútil practica de pretender ampliar las calles retrocediendo las nuevas construcciones; incluso se llego a exigir antejardines. Aparecieron colores y enchapes, y su imagen original habría desaparecido del todo si no hubiera sido por la oportuna restauración de la casa de la Cámara de Comercio de San Antonio.
          Semi destruido lo viejo y semi construido lo nuevo, como casi todo en Cali, el barrio conserva sin embargo su estructura urbano arquitectónica de tradición colonial pues aun es de calles estrechas y casas de patios y techumbres. Es de esta realidad que se debe partir para su conservación. Qué mantener de lo que hoy hay y como. Qué retomar de su pasado y de que manera. Cómo enfrentar lo nuevo que haya o se desee hacer.
          La reglamentación actual permite volver a los viejos paramentos mientras sean predominantes en la cuadra pero sólo autoriza un piso y excepcionalmente dos. Indica que las cubiertas tienen que ser de teja de barro con alero hacia la calle, y que los vanos deben ser verticales, los colores claros y que están prohibidos los enchapes (acatando así además, la ley colombiana de sismo resistencia). Y sólo permite usos que no perturben su carácter residencial. Lamentablemente los vecinos del barrio ignoran estas regulaciones y las autoridades poco han hecho para darlas a conocer y hacerlas cumplir.
          Aparte de otros elementos del pasado, aun pertinentes, habría que retomar el color blanco, mas necesario que nunca en razón precisamente de que la uniformidad espacial y volumétrica del barrio ha sido alterada. Recuperaría algo de su imagen colonial pues minimizaría muchos de los cambios realizados, que justamente son resaltados con colores y enchapes ajenos a la tradición. Es necesario enterrar las líneas eléctricas y terminar de hacerlo con las telefónicas, y regularizar las calzadas y dar las áreas sobrantes a los andenes. En algunos sitios se podrían hacer pequeñas plazuelas arborizadas. Es urgente aumentar la capacidad de los parqueaderos diseñándolos mejor y construir nuevos, de tal manera que no haya que seguir rompiendo las fachadas para hacer garajes. Habría también que prohibir las subdivisiones en favor de bi o tri familiares que mantengan la unidad de los predios.
          Y hay que tener en cuenta la simple necesidad de cambio. La mayoría de la destrucción de la imagen de San Antonio se debe al deseo mal resuelto de sus propietarios de cambiar, de estar a la moda. De ahí los colores y enchapes, pero también los áticos y molduras “republicanos” que se sobrepusieron a las sencillas fachadas de tradición colonial, en la primera mitad del siglo pasado, y que ya son parte de la historia del barrio. Qué hacer al respecto de este permanente e inevitable cambio es el aspecto mas controversial de cualquier política de conservación urbano arquitectónica, pero en San Antonio no es el prioritario.
Lo es, sí, impedir sobrelevaciones, voladizos, áticos y retrocesos pues desfiguran el espacio de sus calles y la volumetría de las casas que las conforman. Si se lograra evitarlos, simplemente haciendo cumplir las normas vigentes, habría luego tiempo para ocuparse de los otros y muy importantes detalles de su conservación para que el barrio sea para todos los caleños el mas bello y democrático de la ciudad. Entonces sí se podría exigir su consideración como de valor patrimonial con su correspondiente rebaja de impuestos, como sucede en La Candelaria en Bogotá. Todo un futuro mejor que las autoridades que dejan violar las normas y los vecinos que las violan le están arrebatando a los demás….. y a ellos mismos. Tiene la palabra Sr. Alcalde.

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