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Como deberían ser los andenes 26.10.2006


Lo primero que hay que entender es que son públicos y solo para los peatones. Permitir que se estacionen carros y motos en ellos o que se instalen ventas o sitios de trabajo para toda clase de talleres, es dejar que una minoría vulnere impunemente los derechos constitucionales de la mayoría y finalmente los de todos. Y consentir que cada vecino haga con “su” anden lo que se le da la gana para adecuarlo a sus necesidades y gustos, como pasa en Cali, es ser cómplice del irrespeto con los demás que aqueja al país. Como en todas partes, los andenes aquí deberían ser diseñados, construidos, reparados y modificados únicamente por el Municipio, como mal que bien sucede con las calzadas, aunque no son pocos los particulares que también se creen, ilegalmente, con el derecho alterarlas.
Los andenes deberían ser lo mas anchos posible, continuos, totalmente llanos y solo con rampas de poca pendiente o por lo contrario escaleras. Sencillos (muy sencillos, como los de las grandes ciudades del mundo) y, especialmente en Cali, sombreados a todo su largo con árboles en alcorques elementales que recojan para ellos el agua de la lluvia. Y es imprescindible que cuenten con semáforos en las esquinas con tiempo para los peatones, el cual no existe en los de Cali, para cruzar con seguridad y comodidad las calles. Poner en ellos un exceso de muebles urbanos no es mas que otro negocio, llenar sus pisos de texturas, a excepción de las indicadas para los ciegos, un despropósito pueblerino, y ocuparlos con toda clase de postes es atentar contra su eficiencia, seguridad y belleza.
Por su parte los cruces peatonales, comunes o cebras, que no son lo mismo pues en estas no hay semáforos y el peatón siempre tiene prelación, deberían seguir estrictamente los ejes de circulación y no estar a un lado como suele pasar en Cali, y tener rampas suaves, tan amplias como el anden mismo, que permitan a todos bajar cómodamente al nivel de la calzada y luego subir al frente al anden siguiente. También debería haber en muchos cruces “pasos pompeyanos”, es decir aquellos en los que los carros tienen que subir al nivel del anden y no los peatones bajar al de la calzada, dándoles a estos la prioridad. Y ciertos andenes muy anchos deberían incluir ciclorutas (como casi todos los de Berlín por ejemplo), las que deben estar claramente separadas de las calzadas para los automóviles.
La relación costo-beneficio es mejor en los andenes que en las intercepciones a dos niveles, también se pueden hacer por valorización, demandan mas mano de obra y se pueden acometer simultáneamente en muchos frentes. Y benefician los predios vecinos y no lo contrario como pasa con los puentes, que desvalorizan las propiedades inmediatas, las que paradójicamente tienen que pagar las tasas mas altas. Sus estándares ya se han puesto al día en el país con las tendencias mundiales y fueron adaptados para Cali en la Administración anterior. Pero hay que estar alertas para impedir que aquí se los invente otra vez con esa propensión al sobre diseño de nuestros jóvenes arquitectos y funcionarios, que produce costosas equivocaciones como la de la Avenida Sexta o las estaciones del Mio.
                                                                                                                                           

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