Los
problemas urbano arquitectónicos de la ciudad por supuesto no están solo
circunscritos a la torpe pasada del Mio por las Calles 5ª y 13, ni en la
densificación a la loca del sur de la ciudad con sus proyectos de nueva
infraestructura vial pensada sobre todo para poder aplicar el impuesto de
valorización, sino que surgen al lado del centro mismo. En la Calle 6ª Oeste,
desde su inicio en la Avenida 4ª Oeste, están en construcción varios
edificios altos y una gran cantidad de casas, al parecer sin la consulta
obligatoria a los vecinos, y se está
recortando la montaña que separa el sector de los Talleres de Emcali, donde
además están los hornos incineradores de los desechos hospitalarios de la
región, que han molestado con sus malos olores a los vecinos por mucho tiempo y
que ahora serán peores. Las varias solicitudes de los vecinos para solucionar
el problema no han logrado ningún resultado. Solo queda informarles a los
ingenuos compradores de esas futuras viviendas del "oloroso"
vecindario en el que se están metiendo.
Y lo de Normandía es similar. Cada vez
se destruye mas el bello y tranquilo barrio que era. Con solo dos calles de
acceso, pronto se congestionaran con las construcciones que se adelantan al pie
del cerro de Las tres cruces. Edificios innecesariamente altos que se tapan las
vistas entre ellos y hacia el cerro e impiden el paso de la brisa. Como de
costumbre entre nosotros la codicia nos lleva de nuevo a matar otra gallina de
los huevos de oro. Para no hablar de lo que pasa con el abrupto e incontrolado
cambio de uso de las casas en la orilla del río, en donde cada local se ha
apropiado del anden en su frente para hacer lo que se le da la gana, o para
convertir los antejardines, en donde los había, en parqueaderos “exclusivos”.
Para no insistir en el problema del estacionamiento a lo largo de la avenida,
común al de todas las vías de la ciudad , que las autoridades consideran como
norma general que solo se deben usar para circular, cuando debería ser lo
contrario y solo prohibirlo en donde sea verdaderamente inconveniente.
También es lamentable
el destino de la Manzana T prima, enfrente del Cam y al lado de los amplios
predios, desocupados hace muchos años, en donde en una época estuvo la primera
plaza de toros de la ciudad y que hoy son propiedad del Sena. Extensa manzana
que el Municipio compro casi en su totalidad para hacer estacionamientos y
espacio público (hubo un concurso arquitectónico con ese propósito) pero que
terminó en un pequeño e improvisado guardadero de carros oficiales que entran
en contra vía y con el desalojo de los que habitaban varios de sus edificios
solo para abandonarlos de inmediato, contribuyendo así al deterioro creciente
de la zona. Menos mal que el restaurante de “los Turcos” se mantiene incólume
allí después de medio siglo, magnifico ejemplo en esta ciudad de gentes sin
tradición, y que se está construyendo un gran centro comercial en El
Centenario. Habría que esperar que su estacionamiento sea suficiente pues
tendrá que remplazar con creces al que allí existía, sirviendo a todo el sector
y no apenas al centro comercial mismo. ¿Será pedirle peras al olmo?
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