Probablemente la obra mas interesante
realizada en Cali y sus alrededores en el último lustro sea un grupo de tres
casas en fila diseñado y construido por el arquitecto Mauricio García. Está en
una esquina, junto a uno de los parques de San Fernando, a una cuadra de la
Quinta y de la Avenida de Circunvalación. Aunque aun no se ha terminado del
todo y su factura lamentablemente no sea lo buena que ha podido y debido ser, y
que sería necesario resolver mejor algunos detalles, es sin duda un muy buen
ejemplo para los arquitectos de la ciudad.
En primer lugar su emplazamiento
es acertado al conservar parte del elevado antejardín y del muro de
cerramiento, con su reja superior, de la casa que allí había. También se
mantiene la altura predominante en el barrio, que es de dos o tres pisos, y se
replica el ritmo de llenos y vacíos de las casas vecinas. Así se logra que las
tres viviendas, que por lo demás se leen como una sola construcción, parezcan
como de ahora…y de antes. Que detrás de los árboles del anden casi pasen
desapercibidas para los peatones y desde los vehículos que circulan por la
calle, pero que también muestren su indudable encanto sencillo cuando se las ve
detenidamente al entrar a cada una de ellas.
Sus pisos a medios niveles a
ambos lados de un pequeño patio, por entre el cual sube la escalera, hace que
las estancias separadas que conforman cada casa, unidas entre si solo por los
descansos, lo disfruten y compartan simplemente corriendo una puerta-tabique.
Con la misma facilidad se desplaza una cubierta para taparlo, cuando sea
conveniente o necesario, convirtiéndolo en un atrio de tres pisos de altura.
Como casi todos los espacios son genéricos y hay un baño completo en cada piso,
cada casa es muy adaptable, y no solo como vivienda. Cualquiera de las tres
alcobas puede ser un estudio y el garaje se transforma en un estadero junto al
patio posterior simplemente sacando el carro.
La construcción modular, de
muros cargueros, perimetrales e intermedios, y losas macizas de concreto, es
sismorresistente y supremamente económica, y permite que el conjunto sea
fácilmente reciclable de ser necesario en el futuro. Sus discretas ventanas,
algunas de piso a techo, pero con pocos vidrios y protegidas del sol y las
miradas indiscretas por una reja y unos elementos de madera, son casi unas
celosías. Sumadas al patio, con su cubierta removible, y al estrecho y
sombreado aislamiento posterior, facilitan una eficiente ventilación cruzada.
Lo que, con unas sencillas pero suficientes protecciones para la radiación
solar, permite un fresco clima interior.
Finalmente, las variadas
posibilidades de percepción y uso del múltiple espacio central
(patio-escalera-atrio) y de los diferentes recintos que lo rodean, son lo que
mas emociona. Sus muchas posibilidades de luz y sombra y penumbras, y de
movimiento del aire, añadidas a la vegetación de su pequeña matera y el reflejo
móvil y cambiante de la piscina sobre el muro posterior (en el caso de la casa
de la mitad y cuando finalmente esta esté a nivel del piso), influyen gratamente
en la calidad ambiental de todas y cada una de las estancias. Y potencian las
diversas relaciones espaciales que puede haber entre ellas, tanto en planta
como en corte. Acertada búsqueda que nos brinda muchos nuevos y viejos recursos
pertinentes en esta ciudad.
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