Cuando se preguntaba a los extranjeros,
que fueron muchos, por que vivían en Cali, invariablemente hablaban de su
clima. Sus otras razones tenían que ver con la calidad de la vida en la pequeña
ciudad que conocieron. Pero si bien no podemos recuperar todas esas cualidades
si podríamos reemplazarlas. Cali no tiene que seguir extendiéndose con casitas
ni aglomerándose con edificios innecesariamente altos. Aunque muchos ya no
podrán vivir en las amplias casas con patios y jardines que hubo, si podrían
habitar en buenos apartamentos en edificios de mediana altura compartiendo sus
zonas verdes con los demás sin configurar odiosos guetos. El conjunto Camino Real
del arquitecto Oscar Mendoza, levantado hace cerca de tres décadas en el sur de
la ciudad, que combina casas con edificios que están adentro y afuera del
conjunto, es aun el mejor de los ejemplos.
Hay
que volver a habitar en el centro construyendo vivienda en sus sectores mas
deteriorados. Regresar a él las entidades oficiales que lo dejaron sin
necesidad, como la CVC y, desde luego construir allí el centro de convenciones.
Y dotarlo de parqueaderos y andenes muy amplios y arborizados para que la gente
pueda volver a comprar en él con la misma facilidad con que lo hace ahora en
los centros comerciales. Igualmente hay que reactivar sus salas de cine que las
tubo muchas. Los centros de las ciudades son sus partes mas significativas,
animadas, bellas y placenteras y el de Cali también lo fue y lo puede seguir
siendo (Pedro Gómez dice que es buen negocio invertir en ellos). Abandonarlo al
tiempo que se construyen burdamente los suburbios no es mas que una gran
operación inmobiliaria irresponsable y sin visión que está conduciendo a la
ciudad al despeñadero por quien sabe cuantos años.
Habría que dotar a
Cali de un verdadero sistema de transporte urbano que sea complementario de una
verdadera planificación de la ciudad basada en el modelo de ciudad que originalmente
tuvo, y que no es otro que el de la ciudad europea clásica de que habla
Fernando Chueca Goitia. Un sistema de transporte colectivo que desde luego
comienza es por construir andenes y ciclorutas, y que debe retomar la
posibilidad única de tener un tren de superficie, a nivel y prácticamente
recto, que conecte el área metropolitana de Cali por todo su centro desde
Jamundí a Yumbo. Ninguna ciudad funciona con una sola tecnología de transporte
colectivo sino que se combinan varias formando un sistema. Y los mejores son
los que incorporan todos como en París o San Francisco. Desde luego habría que
darle también seguridad, limpieza y silencio.
Pero sin duda volver
a Cali de nuevo tan bella como lo fue no será lo mas difícil sino convencer a
muchos caleños de que la belleza de su ciudad es su aspecto mas importante por
la sencilla razón de que viven en medio de ella. Sobre todo convencerlos de que
la relación costo-beneficio de la belleza urbana es la mejor de todas pues la
verdadera no implica mas que cultura, conocimiento e imaginación. Solo queda, pues, seguir criticando su mala arquitectura y
urbanismo actuales, y convencer a los que prefieren tapar el Sol con las manos
de que la crítica, en contra de lo que se suele decir, que no pensar, siempre
es positiva. Como dice Octavio Paz "Las
palabras son inciertas y dicen cosas inciertas. Pero digan esto o aquello, nos
dicen."
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