Sería muy oportuna la iniciativa de
Germán Arboleda, nuevo Director de Planeación, para que se construya a lo largo
del corredor férreo (El País 10/01/2004), siempre y cuando esto no impida su
regularización y ampliación, como sucedería al sur de la carrera 15 si se
construyeran los predios allí congelados hace años con este propósito. Y por
supuesto habría que garantizar en sus dos costados sendas alamedas con
ciclorutas, que duplicarían en las calles 26 y 25 la bella imagen que tuvo esta
última. Sorprende que con todo el potencial urbano de este sector no se hayan
levantado viviendas, y otros usos compatibles, en los locales industriales
abandonados o sub utilizados que hay desde la carrera 15 hasta la Estación
Nueva.
El
cruce del Rió Cali y sus dos avenidas marginales con el corredor férreo, a la
altura de las antiguas instalaciones de la Industria de Licores del Valle, el
Cementerio Central, la Estación y el Terminal de buses interurbanos, no solo es
el centro geográfico actual de Cali si no que podría ser el futuro de la
ciudad. Cerca están, también, las (de nuevo abandonadas) bodegas del ferrocarril,
Molinos Titán, con sus ignoradas posibilidades, y la Base Aérea, que hay que
pensar desde ya, con lago y todo, como el gran parque de Cali y su región. Este
simbólico cruce es el centro del sistema de ciudades del valle del Río Cauca.
Es decir, que podría ser el punto de confluencia y encuentro de cerca de cinco
millones de personas. Nada menos. Por eso el MIO debería pasar por la calle 15,
a medio camino entre el centro tradicional y el insólitamente desperdiciado
corredor férreo.
Cuando hoy vamos al
centro no vamos únicamente a la Plaza de Caicedo, y no podemos seguir ignorando
que tenemos una población flotante muy grande, simplemente por que nunca la
hemos medido. El centro de convenciones, exposiciones y ferias sería optimo en
las antiguas y bellas bodegas de la licorera, sitio que sensatamente a sido
confirmado por las nuevas administraciones del Departamento y de Cali. Allí
serviría no solo a la ciudad sino al Valle, compartiendo el parqueadero y otros
servicios con el Terminal y la Estación. Y estamos en mora de convertir el
Cementerio Central en un importante espacio de esparcimiento. Los cementerios
tradicionales son atracciones turísticas en las ciudades grandes. Quien no ha
ido en París al Père Lachaisee o en Buenos Aires a La Recoleta, o en Cartagena
al de Manga o en Manizales a su bellísimo cementerio, único en el mundo con
vista a valles y cordilleras.
Habría
que hacer también viviendas con densidades medias y altas, incluyendo las de
interés social, cerca al centro ampliado. Seria mas económico que llevar los
servicios y el transporte a los extramuros que es donde ahora se hacen para
beneficio apenas de los terratenientes que cercan la ciudad. Serian ideal a lo
largo del corredor férreo, tal como lo plantea Arboleda, el que se podría convertir
en un parque lineal por donde algún día pasaran de nuevo los trenes, incluyendo
el de cercanías y el tren ligero, espina dorsal de un verdadero sistema de
transporte urbano del área metropolitana de Cali . Densificar los costados del
corredor férreo es un acto de responsabilidad pues fatalmente seguiremos
creciendo y cambiando, pero –ojo- impedir que dicho corredor se amplié y
regularice sería todo lo contrario.
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