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Buen vivir. 28.10.2010

Cali tiene posibilidades muy atractivas a la mano. En menos de media hora del Centro se llega por la Salida al mar al Saladito, San Antonio, San Pablo y El 18, con otro clima y paisajes, pues son varios ya que la imponente cordillera relumbra a pleno Sol o se oculta en la neblina que baja y  a veces sube. Son las ventajas de estar en el trópico que nos pone la primavera o el otoño, y hasta el invierno, un poco mas allá, en Manizales, subiendo al nevado del Ruiz, como una opción diaria o de fin de semana, como lo es también el Eje cafetero. Y cuando se termine la doble calzada a Buenaventura se podrá ir fácil y rápidamente al Pacifico, con su selva húmeda, densa y hermosa, su música de marimbas y cantadoras de ébano, su  recio mar gris de profundas mareas y tempestades majestuosas, y ver el Parque Natural de Bahía Málaga y sus ballenas jorobadas, o sencillamente almorzar en la terraza del Hotel Estación para sentirse en otra parte. Ya hay pequeños cruceros que bordean la costa y sin duda en el futuro llegarán hasta Panamá en un día.
            Y por la “Directa a Palmira” la vía mas parecida a una autopista que hay en el país,  cuyo separador arborizado podría ser casi un jardín botánico, se llega en poco mas de media hora a la alta Cordillera Central desde la que se ven los atardeceres con que Cali no cuenta, y desde El Paraíso contemplar las bellas planicies de Jorge Isaacs y Eustaquio Palacios,  con sancocho de gallina incluido por los lados de Ginebra. Y desde luego vivir en Palmira cuando el tren de nuevo llegue hasta allá será una buena opción para vivir con tranquilidad y silencio en Cali, pues esta es una ciudad que son varias, caso único en Colombia. De hecho va de Buga a Santander de Quilichao, incluyendo a Candelaria, Florida, Pradera y Caloto, con Buga la población con mas patrimonio urbano arquitectónico colonial y de tradición colonial del Departamento, y que está cada vez mas cerca y que sería otra atractiva opción para vivir en Cali. Y, claro, también se puede ir a almorzar a Popayán, o todo un fin de semana al festival gastronómico o a su tradicional Semana Santa. Y en menos de una jornada se puede llegar hasta Quito.
            Y está el viejo casco urbano Cali. San Antonio, cada vez mas blanco como fue ya va para un siglo y se ve en sus viejas fotografías, sigue siendo un buen vividero. Aunque ya no hay procesiones con banda y flores todos los domingos, el Parque del Acueducto sigue siendo apenas un parque, el mas bello de la ciudad, y la Calle del Arte poco apoco es  un evento civilizado. Afortunadamente los restauranteros ya se han convencido que allí no pueden trasladar la rumba de Granada y además en El Peñón hay cada vez mas restaurantes a mano y no ha sido perturbado por   “torres” intrusas como lamentablemente pasó en Normandía. En general todos los viejos barrios de la ciudad a los dos lados del Río Cali, como Santa Rita, Santa Teresita o Juanambú, siguen siendo buenos vivideros, como también El Centenario y la parte alta de San Fernando. Y por los lados de Jamundí igualmente los hay ,  y aunque no se puede decir lo mismo de Yumbo, al otro lado del Río Cauca, entre la “Directa” y Juanchito, mirando la ciudad y detrás la cordillera, y a un paso del Centro, está el futuro de Cali.

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