Ir al contenido principal

En resumen… 21.10.2010

Lo de la Avenida Colombia es un deseable paso vehicular por debajo y no su hundimiento. Fue propuesto hace años, de la Calle 10 hasta la Ermita, y en el Plan del Centro Global de la pasada Administración se prolongó hasta la Calle 6ª para recuperar así, aunque sin el separador central, parte del paseo concebido en 1921, el que terminaba en el Obelisco. En la versión actual, mal llamada plazoleta, lo equivocado es que sea casi sólo peatonal, pues apenas pasaría el Mio, lo que acarrearía varios inconvenientes por sus 680 ms. de longitud. De otra parte, es inexplicable que hace apenas dos semanas se radicara el proyecto en el Consejo Departamental de Patrimonio Cultural, como lo indica le ley por a estar en el área de influencia de mas de la mitad de los edificios y espacios de interés patrimonial de la ciudad, tanto de carácter nacional como local. Sus observaciones respectivas ya se han  enviado al Director de Patrimonio del Ministerio de Cultura, que se basará en ellas pero quien será autónomo en sus exigencias, las que serán de obligatorio cumplimiento. 
            No se ha diseñado en detalle el empalme con los edificios de interés patrimonial que hay a ese lado del Centro Histórico ni con los tres puentes afectados, ni se consideró La Ermita ni la ribera del río, y no hay un plan para la eventualidad de que se encuentren restos de la arcada original del Puente Ortiz o prehispánicos. Además se perdería para los taxis y carros la tradición caleña de tener una vía paisajística a lo largo del río, y no se podría entrar ni salir del Centro por ese costado. Por eso la propuesta anterior veía conveniente sólo ampliar los andenes, hacer una ciclovía y conservar un transito lento, el que proporcionaría además control y animación para evitar el mal uso, abandono e inseguridad de un paseo hoy sin comercio alguno y casi sin peatones pues estos circulan es en la dirección opuesta, atravesando el río. Y que sería de gran ayuda cuando en nuestros inviernos cada vez mas crudos el paso subterráneo se inunde, el que por lo demás solo necesitaría tres carriles pues al ser expeditos y sin buses serían mas rápidos que los cuatro actuales de la Avenida.
            Apenas hay un anteproyecto y el proyecto final depende de los contratistas de la obra, absurdo sistema que ha ocasionado muchas chambonadas como en el MIO o la Calle 26 en Bogotá, y sobre costos que deben pagar los contribuyentes. Y lo sensato es habilitar primero otras vías en dirección este-oeste, además de la Carrera 10, y completar al menos el par vial de la 25-26 a todo lo largo del corredor férreo, antes de acometer el paso subterráneo, para que su construcción no ocasione un problema de movilización que afectará no solo el Centro, y que sería muy grave si la obra se demora al afectar las cimentaciones vecinas, o se paraliza por la manera irregular como se aplicó su valorización, cobrada además por segunda vez. Es imperdonable que no se consultara la propuesta integral y por etapas del Plan del Centro Global, desde San Antonio hasta el corredor férreo, y entre el Río Cali y la Calle Quinta, realizada por la Universidad del Valle, la de San Buenaventura y la Sociedad Colombiana de Arquitectos, bajo la coordinación de la Sociedad de Mejoras Publicas de Cali.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta columna en el concurso para la Manzana T´ y re

Equilibrio. 03.06.2020

En la medida en que se hace necesario prolongar el aislamiento es preciso, además de las nuevas excepciones, que se corrijan algunos desaciertos ya señalados en los medios por columnas de opinión, entrevistas e información al respecto, y considerar que la situación es diferente en cada población del país, como lo es la de muchos municipios a los que no ha llegado la pandemia y por tanto la única medida a tomar es impedirlo controlando la entrada y salida de sus habitantes. Que la información que se suministre sea completa, pertinente y debidamente documentada (y no datos inconexos que generan alarma a base de exageraciones) para que sea útil al poder compararla con la de otros países, especialmente con los que se comparten aspectos geográficos, económicos, sociales, culturales y étnicos, como Panamá, Venezuela o Ecuador de los que a excepción de lo de Guayaquil muy poco se ha informado, y casi nada del pertinente ejemplo de Costa Rica. No se ha entendido que a los adultos mayores, sano

La montaña rusa. 27.09.2001

Si; se trata de la ampliación de la Avenida de Circunvalación: una obra sin lugar a dudas torcida. ¿Es que nadie se da cuenta? Curvas que se pegan a otras curvas, en fuerte pendiente. Allí se ignoraron las mas elementales normas del diseño vial. Sus carriles desaparecen o se estrechan como si los carros fueran de caucho. Calzadas para tres carros y medio... como si   fuéramos tontos. ¿Lo somos? Por supuesto su pavimento variopinta, remendado y discontinuo no es lo de menos: ilustra la mentalidad de sus gestores, diseñadores, constructores e interventores. Y la de la opinión pública en Cali que solo se preocupa (los que se preocupan) de que este nuevo esperpento no esté ya terminado.           Para hacer semejante adefesio, financiado, junto con sus inevitables serruchos, con el dinero de los contribuyentes, se talaron muchos árboles del Parque del Acueducto, incluyendo la palma abrazada por la ceiba, y nunca se supo que pasó con los que supuestamente se trasplantaron. Con permiso d