Ir al contenido principal

Carpe Diem. 03.09.2015


          El numero cinco, gemelo del tres, principio, medio y fin, está justo en la mitad de los primeros nueve números naturales, y es el usado para contar elementos… con los dedos de la mano. Así,  el día tiene dos partes, y la de “día” lo conveniente es vivirla en cinco momentos y dejar la noche sólo para dormir, a fin de realizar a la luz del sol las otras dos de las tres actividades básicas del ser humano, trabajar, que incluye estudiar para poder luego trabajar, y a descansar se dijo.
          Al amanecer la noche es aun mas fresca, aun en estos días en que el cambio climático ya no deja muchas dudas, y comienza con el clarear del cielo y con frecuencia se tiñe la ciudad toda de dorado antes de que el sol dé de lleno y horizontalmente en sus edificios llenándolos de belleza hasta los mas feos, y por eso hay que aprovechar para escribir antes de que aumenten los ruidos urbanos, y desayunar temprano y abundantemente pero no como un rey sino como un inglés.
          La mañana, que pese a todo insiste en ser fresca, es el momento de trabajar, estudiar y enseñar, justamente para aprender y poder trabajar mejor, por lo que es necesario alargarla corriendo al menos una hora hacia la tarde el almuerzo, comiendo ahí si como un príncipe, es decir con austeridad, y partirla en dos poco antes de las once con las medias nueves aunque se deberían llamar onces, precisamente, y no a la reunión o media comida de la tarde cuando el día comienza a refrescar.
          Al medio día, por lo contrario, el calor es el mas intenso y mejor que apenas un almuerzo tarde sí que es conveniente una siesta corta pero en una gran hamaca en la sombra de un corredor o mejor en la penumbra de un cuarto en donde las diferencias de temperatura entre el exterior y el interior haga correr suavemente el aire, lo que se puede aumentar meciendo la hamaca ayudando a su vez a dormitar apenas que es en lo que consiste una verdadera siesta.
          La tarde es para terminar las tareas de la mañana y hacer vueltas y compras y al final, cuando baja la brisa fresca de la cordillera y el cielo se llena de arreboles, leer, escuchar música o ver cine terminado con unas onces, que se deberían llamar de cualquier otra manera menos happy hour, porque felices deberían ser todas; velada, por ejemplo, para solazarse de algún modo, como la define el diccionario, con los compañeros o los amigos si es que no son los mismos.
          Al anochecer todas las ciudades sí son bellas, y el silencio del conticinio, cuando llega la noche, es mayor, y por eso hay que comer temprano como en el campo. Pero los días en que aparece la luna en el horizonte y trepa lento por el cielo son mas emocionantes y entonces lo procedente es cenar tarde, y comiendo bien y de todo y con un buen vino y un mejor cigarro y al aire libre, no como un mendigo los que no deberían existir si nos preocupáramos por la verdadera paz.
          Por eso mejor un calendario lunar de 30 días (su ciclo es de 29, 5 en promedio) que en 12 meses de cinco semanas de seis días, mas un domingo extra cada tres meses y uno o dos mas al final del año, por lo del bisiesto, completaría los 365 días del tránsito solar que determina las estaciones. Y habría Luna llena los mismos días de cada mes, y con todos ellos Carpe Diem otra vez, alargando el anochecer para disfrutar hasta el concubio, cuando la gente se retira dejando reposar a la Luna.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta co...

El estado de la cuestión. 21.02.2024

 Se trata de la base teórica sobre la que se sustenta un escrito, o que se rebate en su desarrollo posterior, y que forma parte del mismo. Pero si bien es lo ético en una columna de opinión, debería ser obligatorio en toda propuesta para la ciudad, lo que no suele suceder en Cali en donde cada cuatro años cada nuevo Gobierno Municipal simplemente ignora las propuestas de los anteriores e improvisa otras. Es lo que ahora hay que evitar en el caso del interés actual por el Centro de la ciudad o la propuesta para el Tren de cercanías, la que primero que todo se debería sustentar en la conformación del Área Metropolitana de la ciudad a partir de la que de hecho ya existe. El Área Metropolitana es la que engloba una ciudad principal (la metrópolis) que le da su nombre, y una serie de ciudades dormitorio, industriales, comerciales o de servicios (Wikipedia). Por eso la de Cali no se debe confundir con la región de ciudades del valle alto del rio Cauca, que se extiende de la Virginia a Sa...

Viaje a la arquitectura

  Recorriendo su bello país de la mano de José Saramago (Azinhaga, Portugal 1922-2010 Tías, Las Palmas, España, Premio Nobel de Literatura de 1989) de octubre de 1979 a julio de 1980, es muy grato encontrar a lo largo de Viaje a Portugal, 2022, más de 726 páginas de comidas, bebidas, gentes, paisajes, plazas y parques. Y capillas, iglesias, palacios, castillos y murallas -17 declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco- la gran mayoría muy interesantes para entender, con las palabras de Saramago, en qué consiste lo emocionante que pueden ser, y por qué “la utilidad no es incompatible con la belleza” (p. 450) y que “la arquitectura, sólo por sí, puede hacer feliz a un hombre” (p. 439). Escribiendo sobre la iglesia del Senhor Bom Jesus, en Matosinhos, dice Saramago que su arquitecto, Nicolau Nasoni (San Giovani, Valdarno, Italia 1691-1773 Oporto, Portugal) supo “entender los misterios del granito lusitano, darles espacio para llegar mejor a los ojos, alternando lo oscuro de la...