El “trancón” del Sur sólo se
resolverá con orden. En su trazado vial, en el diseño de las vías, tanto
calzadas como andenes, en su señalización, demarcación y uso, en la
semaforización, en el comportamiento de los automovilistas, motociclistas y
ciclistas, en el transporte publico, en los horarios de los centros para la
educación y por supuesto en el uso del suelo urbano, para lo cual no queda mas
que aplicar el impuesto a la plusvalía.
Hay que “enderezar” la malla vial principiando por completar el
par vial a los dos lados del corredor férreo, de Yumbo a Jamundí, y conectar
con el mismo las principales vías este-oeste, evitando en donde se pueda los
giros a la izquierda con “orejas” a la derecha. Y obligar a hacer
estacionamientos y prohibirlos del todo sobre dichas vías y las demás arterias
norte-sur, a las que hay que dar orden y continuidad. Y por supuesto a los
andenes y ampliarlos o hacerlos pues en no pocos trayectos ni siquiera los hay.
Igualmente es preciso regularizar las calzadas, demarcar
correctamente sus carriles y corregir su señalización, ahora incompleta,
oculta, repetida, inadecuada, contradictoria y en últimas anti técnica, como lo
es en general en toda la ciudad. Lo que ha llevado a que no se la tenga en
cuenta en muchos casos pues incluso se llega al punto de que puede ser
peligroso hacerlo. Y poner semáforos coordinados ordenadamente para garantizar
“olas verdes” en todos los recorridos largos.
Es preciso también educar a peatones y conductores para que
respeten la nueva demarcación señalización y semaforización, especialmente a
estos últimos para que circulen conservando el carril respectivo (ahora no es
posible), y para que consideren el derecho a circular de los demás compartiendo
con ellos las vías al permitir los entrecruzamientos entre carriles, el acceso
ordenado desde las calles secundarias y no obstaculizando los cruces.
Por supuesto hay que mejorar mucho el transporte público,
comenzando por el tren de cercanías; seguir dejándolo para después es del todo
irresponsable. Y es necesario escalar ordenadamente los horarios del comercio y
sobre todo el de los colegios y universidades, lo que puede ser mas fácil de lo
que parece, disponiendo la entrada a los colegios mas por la mañana y las universidades
dos horas mas tarde, por ejemplo, y por lo tanto las salidas.
Hay que corregir en lo posible el uso del suelo que llevó a que en
este sector de Cali se concentrara la mayor parte de los centros para la
educación, que es lo que origina el problema. Es imperativo que no se permita
su crecimiento desordenado y tengan sedes alternas en otras partes. Tampoco
tiene sentido que se permita extender la ciudad hacia el sur cuando en el
Centro abundan los edificios y casas desocupados e incluso abandonados, como
grandes lotes comenzando por el del SENA justo al lado del CAM.
Y, finalmente, hay que poner orden en la ejecución de todas las
medidas propuestas y establecer su prioridad. Todas se han planteado en
diversos momentos y por muchas personas (hasta algunos candidatos a la Alcaldía
y el Consejo han tocado el tema) pero siempre se pasa por alto que deben ser
complementarias. Es decir, poniéndolas en el lugar que les corresponde, que es como el DRAE define la
palabra, y a su debido tiempo por supuesto. Hay que entender que se trata de
una solución ordenada e integral.
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