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Patrimonio IV. 24.09.2015


          Ya desde la primera (La destrucción de una tradición, 04/05/1998) esta columna se ha ocupado del tema recurrentemente, y diecisiete años después la situación del patrimonio urbano-arquitectónico de Cali y del Departamento, es cada ves mas preocupante, al punto de que los miembros del Consejo Departamental de Patrimonio decidieron por unanimidad enviar al Ministerio de Cultura la siguiente carta:
       “El Consejo Departamental de Patrimonio Cultural del Valle del Cauca considera que es su función primordial velar por la conservación de nuestro patrimonio cultural en sus diferentes ámbitos, en especial aquellos  bienes de interés cultural del ámbito nacional que están en el Departamento del Valle del Cauca.
          En consecuencia consideramos  que este Consejo, en el trabajo coordinado que debe haber entre las entidades territoriales, tiene el deber de emitir concepto sobre las intervenciones que sobre estos bienes se hagan y  que el Consejo Nacional de Patrimonio debería tomar dicho concepto en cuenta, pues nosotros tenemos el conocimiento directo y un compromiso ético y social  con nuestro territorio.
          Para nosotros es imprescindible conocer la posición que al respecto tiene el Ministerio de Cultura, pues consideramos que si no somos tenidos en cuenta este Consejo no tiene razón de ser, independientemente de las otras funciones que dentro de lo territorial y legal nos compete.
          El no habérsenos tenido en cuenta, ha llevado a que en proyectos de gran importancia para la ciudad como lo son la Plaza de Toros Cañaveralejo, el Parque panamericano de Cali, el Parque principal del municipio de  Guacarí y otros proyectos que ni siquiera han tenido la deferencia de solicitar nuestro concepto, se hayan tomado decisiones que han  impactado negativamente nuestro patrimonio. 
        Nos genera gran preocupación que en el proyecto de la estación del SITM al frente de la Estación del Ferrocarril de Cali, no se tenga en cuenta nuestro concepto, generando una situación que a corto plazo repercutirá en la conservación y valoración de la Estación y en los proyectos de ciudad venideros.
          Todo lo anterior está en contravía del Sistema Nacional de Patrimonio Cultural,  del cual este Consejo forma parte, razón por la cual si no se toma medidas al respecto, considerando nuestra obligación con los vallecaucanos y el país,  nos veremos obligados a suspender las sesiones del Consejo Departamental de Patrimonio Cultural.”
          La carta la firman Ana María Jaramillo Torres, Secretaria de Cultura Departamental, Jean Paul Archer, delegado de SCA Valle, Ricardo Hincapié Aristizabal, delegado de la Universidad del Valle, Luis Antonio Cuellar, delegado de la Academia de Historia, Sonia Blanco, delegada del  INCIVA, Lina María Bedoya, delegada de la  CVC, Stephany García, delegada del Comité Departamental de Cafeteros del Valle, y quien esto escribe.
      Y hay que agregar otros casos recientes de maltrato del patrimonio construido, de nivel Municipal, como el Colegio de la Sagrada Familia, en El Peñón, que han procedido a demoler interiormente o, no lejos de allí, la casa donde estuvo la que perteneció a la familia Isaacs, o una casa que siguen desmantelando en San Antonio en la Cl. 4 entre Crs, 6 y 7, sin permiso. Ni siquiera para la reparación de los cuerpos inferiores de la Torre Mudéjar se ha considerado que existe un protocolo a seguir.

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