Ir al contenido principal

El bus turístico. 07.08.2014


El año pasado se comentaba en esta columna lo interesante que puede ser ver a Cali desde el segundo piso de un bus turístico (City Tour, 12/12/2013), y aunque se señalaba el despropósito de no pasar por la Plaza de Caicedo en donde están nada menos que la Catedral, el viejo Palacio Episcopal, el Palacio Nacional de Justicia (abandonado) y a su lado el Edificio Otero, donde estuvo el antiguo Hotel Europa (probablemente el primer edificio en la ciudad en utilizar cemento), ni por el Teatro Isaacs ni el Municipal.
Ni tampoco por la Capilla de San Antonio, sitio obligado para mirar lo que quedó de Santiago de Cali, con el río a sus pies, casi seco en este verano, pero mas contaminado (al que han propuesto dizque hacerle playas abajo del CAM, cuya arena se llevaría la primera creciente), y al lado izquierdo el bellísimo cerro de las Tres Cruces, conocido hoy como el de las 30 antenas, y a la derecha mas lejos, el de Cristo Rey, que no es del mismo escultor del Corcovado de Rio de Janeiro, como afirman en el tour, sino del escultor italiano Alideo Tazzioli Fontanini, de Pietrasanta, con un hermano en Barranquilla que fue el constructor.
Pero lo que ya es vergonzoso son las bestialidades que toca oír entre salsa y salsa, pues han confundido el bus turístico con una de esas chivas escandalosas que recorren esta capital mundial del ruido. Entre las perlas que se pueden oír están la de que la “explosión” de 1956 mató un millón trecientas mil personas, es decir cerca de la mitad de la población actual de la ciudad, o que la Asamblea del Departamento tiene 150 años, o algo así, cuando evidentemente es de bien entrado el siglo XX .
Y sería pedirle peras al olmo que no hablen de las casas coloniales de la Cr. 4ª, cuando son apenas de tradición colonial pues son de mediados del siglo XIX. Pero lo que ya es como un chiste es decir que la anterior sede de la FES es “moderno medieval”; hasta Rogelio Salmona, su arquitecto (con Pedro Mejía, Jaime Vélez y Raúl H. Ortiz) se habría sonreído, pues lo habría podido insinuar el historiador de la arquitectura Kenneth Frampton, quien dijo de la Casa de los Huéspedes de Colombia, en Cartagena, que era como el  Kimbell Museum, en Fort Worth, pero mejor; aunque no lo escribió.
            Se recomendaba en la columna de marras que el Alcalde, los Concejales, el Secretario de Tránsito y el de Planeación deberían tomar el bus turístico para que vieran el despelote de la ciudad pero seguro sería inútil. Y por supuesto a la Secretaria de Cultura y Turismo tampoco les diría nada saber que el Colegio de San Luis, donde funciona ahora la Asamblea, inaugurado en 1927 y salvado a último mo­mento de la demolición en 1994, es una construcción moderna vestida con formas historicistas.
Se ha dicho de edificios como éste que son "eclécticos", pero hay que precisar  que no pasan de ser malas ver­siones anacrónicas de los estilos históricos pese a que en el centro tradicional de la ciudad sean sus más "bellos" e "importantes" edificios. El colegio lo diseñó y construyó el ingeniero catalán José Sacasas Munné (Barcelona 1885-1942) con cemento importado de Dinamarca, y para reforzar sus cimientos se utilizaron los rieles del antiguo tranvía que unía a la ciudad con Puerto Mallarino, sobre el río Cauca (Edgar Vásquez: Historia del desarrollo urbano en Cali, 1980).


Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta co...

El estado de la cuestión. 21.02.2024

 Se trata de la base teórica sobre la que se sustenta un escrito, o que se rebate en su desarrollo posterior, y que forma parte del mismo. Pero si bien es lo ético en una columna de opinión, debería ser obligatorio en toda propuesta para la ciudad, lo que no suele suceder en Cali en donde cada cuatro años cada nuevo Gobierno Municipal simplemente ignora las propuestas de los anteriores e improvisa otras. Es lo que ahora hay que evitar en el caso del interés actual por el Centro de la ciudad o la propuesta para el Tren de cercanías, la que primero que todo se debería sustentar en la conformación del Área Metropolitana de la ciudad a partir de la que de hecho ya existe. El Área Metropolitana es la que engloba una ciudad principal (la metrópolis) que le da su nombre, y una serie de ciudades dormitorio, industriales, comerciales o de servicios (Wikipedia). Por eso la de Cali no se debe confundir con la región de ciudades del valle alto del rio Cauca, que se extiende de la Virginia a Sa...

Viaje a la arquitectura

  Recorriendo su bello país de la mano de José Saramago (Azinhaga, Portugal 1922-2010 Tías, Las Palmas, España, Premio Nobel de Literatura de 1989) de octubre de 1979 a julio de 1980, es muy grato encontrar a lo largo de Viaje a Portugal, 2022, más de 726 páginas de comidas, bebidas, gentes, paisajes, plazas y parques. Y capillas, iglesias, palacios, castillos y murallas -17 declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco- la gran mayoría muy interesantes para entender, con las palabras de Saramago, en qué consiste lo emocionante que pueden ser, y por qué “la utilidad no es incompatible con la belleza” (p. 450) y que “la arquitectura, sólo por sí, puede hacer feliz a un hombre” (p. 439). Escribiendo sobre la iglesia del Senhor Bom Jesus, en Matosinhos, dice Saramago que su arquitecto, Nicolau Nasoni (San Giovani, Valdarno, Italia 1691-1773 Oporto, Portugal) supo “entender los misterios del granito lusitano, darles espacio para llegar mejor a los ojos, alternando lo oscuro de la...