Ir al contenido principal

Hermanas. 20.08.2009

Originadas a partir del urbanismo y arquitectura coloniales y con las mismas equivocadas modernizaciones posteriores son ciudades sin estaciones. Son Quito y Popayán, Caracas y Cali, y Cartagena, Puerto Cabello y Santa Marta, Portobelo y Mompox, Guayaquil y Barranquilla, San Cristóbal y Cúcuta, y  muchas mas. Con una misma geografía e historia deberíamos volver a ser un solo país pero además del comercio, como pensaba Hernán Echavarria, con la cultura. Todos leemos a García Márquez, Bolívar y Manuelita se amaron en Santafé, los Wayúu y el joropo tienen doble nacionalidad, las 4x4 de la Guajira son venezolanas y mejor que nos invadiera José Antonio Abreu con su Sistema de orquestas juveniles y no las Milicias Bolivarianas de Chávez. A Panamá hay mas de diez vuelos diarios y la mitad de sus centros comerciales son franquicias colombianas, igual que muchas prostitutas. Las armas “robadas” en Venezuela vienen a parar a las FARC, que “descansan" allá, y que trafican coca a ambos lados de la selvática frontera con Ecuador, con o sin Correa, y en donde se venden los carros robados aquí.
          Caracas y Cali tienen la misma altura sobre el nivel del mar, apenas las separan unos pocos grados de latitud, y están en valles andinos, cerca al mar, por lo que su clima y paisaje son semejantes. Por eso el Edificio Venezolano, que ese país nos donó después de la explosión de 1956, queda tan bien aquí. Fue diseñado, ­siguiendo el modelo de las grandes unidades de vivienda de Le Corbusier, por el equipo de Carlos Raúl Villanueva que en el gobierno de Pérez Jiménez se había encargado de la realización de muchos edificios similares en los cerros de Caracas. Hasta hace unos pocos años conservaba sus colores origina­les, posiblemente debidos a uno de los importantes pintores abstractos de esa época en Venezuela, los que habría que restaurar. Es una lastima que no se concretara la idea de Jaime Galarza, cuando era Rector de la Universidad del Valle, de que el arquitecto Gorka Dorronsoro, colaborador de Villanueva, diseñara galerías para unir sus edificios a la manera de las amplias y estupendas de la Universidad Central de Venezuela, Patrimonio de la Humanidad.
          Y lo mismo habría que decir de los encuentros de arquitectos de Caracas y Cali, que inició aquí el profesor Francisco Ramírez con la colaboración de la Cámara de Comercio, que no pasaron del primero, pese a que fue todo un éxito, y que por lo tanto habría que reanudar. Nuestros estudiantes deberían hacer postgrados allá y en Quito, en la Universidad de San Francisco, por ejemplo, como lo vienen haciendo algunos en la Escuela de arquitectura y diseño de América Latina y el Caribe, Isthmus, en Panamá, en donde precisamente se hará el próximo Seminario de Arquitectura Latinoamericana, SAL. Y nuestra bienal de arquitectura debería ser Grancolombiana, y nuestros concursos, con sus respectivos jurados, deberían incluir siempre a esos tres países, como se hizo hace años con el del edificio para la Facultad de Artes Integradas de la Universidad del Valle (vergonzosamente aun sin terminar). No tiene sentido que tengamos muchos mas intercambios con Sao Paulo, Buenos Aires y Santiago, e incluso con Barcelona, que entre nuestras ciudades hermanas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Pasos pompeyanos. 05.02.2015

          Ya los romanos los usaban, como en Pompeya, de donde toman su nombre, para cruzar sus calles sin mancharse con la inmundicia y el barro . Pero ahora y aquí, el que se ha dicho que se hará al final del Paseo Bolívar definitivamente es un paso adelante en esta ciudad sin andenes por donde pasear y ni siquiera caminar. Decir que un semáforo allí causará trancones viales es exagerado aunque por supuesto no existirían nunca si estuviera unido con el anterior y el siguiente, generando por la Avenida 2º Norte una “ola verde”, es decir una serie de semáforos coordinados para permitir el flujo continuo del tránsito rodado sobre varias intersecciones en una misma dirección . Pero mejor seria el hundimiento de la Avenida desde el edificio Las Ceibas hasta el Conservatorio, y prolongar el puente peatonal del CAM hasta donde hoy está la Plazoleta de la caleñidad, ya propuestos por Sara María Giraldo, Heinz von Halle y el autor de esta co...

El estado de la cuestión. 21.02.2024

 Se trata de la base teórica sobre la que se sustenta un escrito, o que se rebate en su desarrollo posterior, y que forma parte del mismo. Pero si bien es lo ético en una columna de opinión, debería ser obligatorio en toda propuesta para la ciudad, lo que no suele suceder en Cali en donde cada cuatro años cada nuevo Gobierno Municipal simplemente ignora las propuestas de los anteriores e improvisa otras. Es lo que ahora hay que evitar en el caso del interés actual por el Centro de la ciudad o la propuesta para el Tren de cercanías, la que primero que todo se debería sustentar en la conformación del Área Metropolitana de la ciudad a partir de la que de hecho ya existe. El Área Metropolitana es la que engloba una ciudad principal (la metrópolis) que le da su nombre, y una serie de ciudades dormitorio, industriales, comerciales o de servicios (Wikipedia). Por eso la de Cali no se debe confundir con la región de ciudades del valle alto del rio Cauca, que se extiende de la Virginia a Sa...

Viaje a la arquitectura

  Recorriendo su bello país de la mano de José Saramago (Azinhaga, Portugal 1922-2010 Tías, Las Palmas, España, Premio Nobel de Literatura de 1989) de octubre de 1979 a julio de 1980, es muy grato encontrar a lo largo de Viaje a Portugal, 2022, más de 726 páginas de comidas, bebidas, gentes, paisajes, plazas y parques. Y capillas, iglesias, palacios, castillos y murallas -17 declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco- la gran mayoría muy interesantes para entender, con las palabras de Saramago, en qué consiste lo emocionante que pueden ser, y por qué “la utilidad no es incompatible con la belleza” (p. 450) y que “la arquitectura, sólo por sí, puede hacer feliz a un hombre” (p. 439). Escribiendo sobre la iglesia del Senhor Bom Jesus, en Matosinhos, dice Saramago que su arquitecto, Nicolau Nasoni (San Giovani, Valdarno, Italia 1691-1773 Oporto, Portugal) supo “entender los misterios del granito lusitano, darles espacio para llegar mejor a los ojos, alternando lo oscuro de la...