En 2008 hubo 5.456 muertos en accidentes de transito en el país. Se culpa a que son muy laxas las leyes, que no hay suficientes policías ni un sistema unificado y capaz para controlar a los infractores, que el parque automotor es muy viejo, y que no hay rigor al expedir licencias, sobre todo a los motociclistas, que son la mayoría de los involucrados (Semana, 29/06/2009). Lo cierto es que muchos tienen “pase” pero pocos saben manejar, no respetan los semáforos (ni siquiera la policía), van en contravia, trepan los carros a los andenes y bloquean los pasos peatonales, y que no se aplican multas disuasorias ni se retira la licencia a los borrachos reincidentes. Pero no se considera el pésimo estado de las vías, ni que muchas normas y señales son obsoletas o anti técnicas, ni que con frecuencia los peatones tienen que caminar por las calzadas.
No existe el “ceda el paso” pero cada cual interpreta el “pare” según su afán, el trafico y la hora, y en muchos toca parar después y no antes. Nadie sigue los carriles, pues no son continuos, y los laterales no son mas anchos para que no se interrumpa la circulación cuando un carro se detiene, y tampoco existe el “prohibido parar”. En las calles en que está permitido estacionar no se hace semanalmente a un costado u otro, para que en las de tres carriles queden dos libres y en las de dos la circulación sea mas fluida, y no hacerlo en contravia. El peligroso cruce a la derecha en rojo es permitido y se ponen las avenidas en un mismo sentido pese a que su separador no permite el entrecruzamiento, en cuyo caso habría que eliminarlo. La limpieza y mantenimiento de las calles, el abastecimiento y el retiro de escombros y basuras, no se hace en las horas de menor transito.
Tampoco hay suficientes calles peatonales o de circulación restringida, y sobre todo no hay andenes aceptablemente anchos ni son continuos y sus pavimentos no suelen ser llanos ni arborizados, y los sardineles son muy altos en los mas angostos, lo que lleva a tener que alterarlos para poder entrar a los garajes. No se ponen bolardos en donde sí son necesarios y suelen ser mas un “adorno”, y por eso no son delgados y altos para que ocupen el mínimo espacio y los peatones los puedan ver. Y, a diferencia de muchas ciudades en donde en los andenes de ciertas calles solo se pueden sacar mesas de café, pagando un impuesto y ocupando un área delimitada, aquí todo el mundo se siente con el derecho a alterarlos y usarlos como se le de la gana, y hasta hay quien construye en ellos.
Para rematar, los nuevos sistemas de transporte colectivo, mal implementados, constituyen barreras urbanas, como está pasando desafortunadamente en Cali y en otras ciudades. Sin embargo, pese a que remediar muchos de estos problemas no demandaría grandes inversiones, si se precisa un verdadero conocimiento de las ciudades. ¿Cuando será que entenderemos que los andenes son su elemento primario y principal? Y que además es un asunto de vida y muerte pues buena parte de esos 5.456 muertos, y con seguridad fueron mas, eran peatones. Habrá que repetirlo hasta que surjan candidatos informados y cultos que ganen alcaldías proponiendo hacer andenes, como ganó Moreno la de Bogotá con su Metro, con la gran diferencia que si podrán cumplir.
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