Para lo único que sirvió retirar las bancas del centro del
Parque de Caicedo, ignorando el protocolo pues son parte de un BIC, fue para
recordar de nuevo que hasta inicios del siglo XX fue una plaza, diferencia que
muchos no ven, y para insistir en la importancia que tiene el centro histórico.
Allí hay que hacer una intervención seria, no como la de la Plazoleta del
Correo, para recuperar su superficie de plaza sin perder su arborización y
mobiliario urbano de parque, sus bancas, precisamente, y sus bellas palmas
reales cuyo reemplazo hace años se debería haber acometido; y debajo de sus
cuatro vías perimetrales, hacer un gran estacionamiento público, y otro en la
Plaza de San Francisco.
Es
urgente lograr que sea de nuevo atractivo vivir en el Centro y que no se
conviertan mas apartamentos en oficinas o se abandonen mas edificios, o se
derriben para hacer estacionamientos de cualquier manera. Demoliciones
lamentables que comenzaron con la del Hotel Alférez Real y ahora continúan con
el Teatro Colon y el Hotel Aristi, a los que se les alteró su interior para
cambiarles de uso, a espaldas de las Autoridades, pues están en el centro
histórico y constituyen una imagen icónica del mismo con su arquitectura
influida por el Art Decó, cuya protección les incumbe por ley.
Y
en lugar de tanto puente inútil y feo y de mas viviendas llamadas de interés
social pese a que no lo son ni para sus usuarios y menos para la ciudad, que
acertado sería que el Municipio adquiera en el Centro unos cuantos edificios
abandonados y los remodelara para vivienda, para alquilarla y no “regalarla” y
que auspiciara hoteles sobre la Avenida Colombia. O que un emprendedor con
visión vea el potencial oculto en el sector central de la ciudad, justamente el
que distingue a todas las mejores urbes del mundo. En ellos hay edificios
históricos, vivienda, comercio, restaurantes y sobre todo mucha animación
urbana en calles en las que cada vez circulan menos carros, pero los hay, y que
cuentan con amplios andenes.
Pero
antes se necesitan ciudadanos que no le coman cuento a esa
publicidad engañosa que vende apartamentos en conjuntos con nombres en ingles y
edificios de casi quince pisos dizque para disfrutar de lo natural, lo fresco y
lo verde en zonas “exclusivas”, que en
muchos casos son construcciones para lavar dineros ilegales. Apartados de la
ciudad y de lo que significa, y muchos desocupados, la codiciosa repetición
idéntica de feos edificios se encargará de evaporar, junto con su dinero, lo
que allí compran los ignorantes nuevo ricos que creen adquirir así un mejor status, en ingles claro, y que lo único
que se les ocurre para “solucionar” la inmovilidad generada por ellos es pedir
mas puentes.
Jamás
van al Parque de Caicedo ni se les ocurre sentarse en una de sus bancas.
Ignoran que unidas a un muro interior se han encontrado en las antiguas
construcciones cretenses y micénicas, y que dispuestas en gradas
formaban los asientos de teatros, hipódromos y circos griegos y romanos. Y desde luego nunca han visto el cuadro de Henri de Toulouse-Lautrec titulado Femme de maison blonde, una prostituta, palabra que viene
del latín prostituere, que significa literalmente ‘exhibir para la venta’, ni que Puta no es
una de ellas si no una diosa menor de la agricultura en el panteón romano. Pero que mas da, ya no se volvió a decir nada de las bancas y el
PEN del Centro no se aplica.
Comentarios
Publicar un comentario