Bienvenida la energía solar
pero sin el “monocultivo” de las llamadas granjas solares que afea mucho más
que el de la caña de azúcar el aún muy bello paisaje del valle del río Cauca.
Lo que falta es reglamentarlas y obligar a que los nuevos edificios tengan los
paneles solares en sus techos, que además lo más indicado aquí es que vuelvan a ser inclinados, como antes, y
también podrían estar en muchas feas cubiertas planas pero, claro, se dificulta
el negocio de las multinacionales de la energía.
Muchos automovilistas
dizque están en contra de los semáforos en las vías arterias (?) de la ciudad
(?) pero ¿y los peatones qué? Lo que falta es exigir semáforos sincronizados y
con tiempo para los peatones. Menos mal que estos están aprendiendo a hacerse
respetar en los pasos peatonales pero aún tienen que aprender a cruzar las
calles sólo por las esquinas y a caminar sólo por los andenes y protestar por
los sitios en donde no pueden hacerlo, los que en Cali, y es una vergüenza, son
muchos y por todas partes.
La norma dice que en San
Antonio las fachadas deben ser de colores claros (ojalá blanco) pero muchos
creen que pintándolas de colorinches mejoran sus restaurantes en lugar de
mejorar su comida. Y, claro, lo que falta es su control, tanto de usos del
suelo como del tratamiento de las fachadas y la conservación de patios y
solares, los que construyen sin permiso o los cubren matando la gallina de los
huevos de oro que estos espacios abiertos significan en este clima tropical.
Muy bueno lo de las
patinetas pero lo que falta son las normas, demarcaciones y la señalización
para su adecuado uso y que no se vuelvan un peligro para los carros y otro
atropello contra los peatones al tener que circular por los estrechos y
abruptos andenes de Cali. Y lo mismo para las bicicletas y sus ciclovías,
incompletas y muy mal concebidas, y que lo que falta es entender que serán cada
vez más el principal medio de transporte de la ciudad, el que ya lo son en
buena parte junto con las motos.
Inevitables los vendedores
de la calle, y los hay en todas partes en el centro de las ciudades, lo que
falta es ubicarlos en donde no molesten el tránsito de personas y vehículos, y
se pueda controlar que no roben energía y agua de las redes públicas, como ahora,
y que cuenten con baños públicos y depósitos pagando por usarlos. Y todo bajo
una alta cubierta que los proteja y los limite, usando lotes que habría que
usar mientras que sus propietarios deciden construirlos, lo mismo que en
andenes suficientemente anchos.
Muy bien lo de Distrito
Especial, pero cual distrito y que tan especial ¿a quiénes han consultado los que lo están formalizando? Lo que falta
es que no se pierda esta oportunidad de hacer un plan urbano a largo plazo, que
tendría que comenzar por definir el área metropolitana de la ciudad a partir de
su hinterland, es decir, el área de influencia terrestre alrededor de ella, la
que en el caso de Cali serían dos: en el valle y en la cordillera, lo que sí
que es muy especial.
Que bueno que haya muchos
candidatos a la alcaldía, pero qué saben ellos de las ciudades y de esta ciudad
es lo importante. Qué han estudiado y cuál es su experiencia, y quiénes son sus
asesores pues, claro, no pueden saber de todo. ¿Y su programa? Qué bueno que se
escogieran propuestas y no apenas personas: equipos de gobierno; y lo mismo
aplica para los candidatos al Concejo Municipal y entender que este es más
importante a largo plazo que la Alcaldía. El caso es que en Cali a todo siempre
le falta algo.
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