Los principales espacios urbanos a considerar en un POT, por ser espacios públicos, son las calles, avenidas, alamedas, vías
urbanas, plazas, explanadas, monumentos,
parques y zonas verdes. Pero al parecer aquí no se lo hace explícitamente, y
mucho menos los lotes, que también deberían ser considerados de uso público en lugar de que sigan ociosos hasta que se construya en ellos, pues son parte de
la imagen espacial de la ciudad, en especial en las de acelerado crecimiento y
especulación con el suelo urbano como Cali.
Además muchos son de
propiedad del Estado, como el del Sena, irresponsablemente abandonado por
décadas, pero que pese a haber sido propuesto para vivienda de alta densidad
por su cercanía al área vede del CAM y al Centro, se lo quiere convertir en
otro espacio “cultural” al lado de la llamada “plazoleta de la caleñidad”, la que implico la demolición de varios
edificios que se podrían haber reutilizado, y hacerla en el lote mencionado.
Por otra parte los lotes son muchos mas que las denominadas áreas verdes, y la
mayoría de las veces también lo son de hecho aunque no se pueda transitar por
ellos.
Los que están al lado de parques deberían agregarse a los mismos con prado y árboles
maderables que se puedan cortar después, y por supuesto cuidarlos como se cuida
a los parques. Estos son en nuestras ciudades un nuevo espacio abierto, antes
sólo había plazas, a las que remplazaron como símbolo urbano con nuevos
elementos como senderos, bancas y fuentes, y pequeñas actividades comerciales.
Con el crecimiento de las ciudades se volvieron indispensables y aumentar su
área, aun cuando sea provisionalmente, es necesario por supuesto.
Los lotes al lado de las zonas verdes sencillamente se pueden
agregar a estas y vigilar que no sean invadidos. Las zonas verdes,
fundamentalmente prado y árboles y eventualmente espacios deportivos, son una
influencia anglosajona que se agregó a los parques, pero que no se debe
confundir con ellos, y por eso deben ser suficientemente grandes. De ahí que
extensos lotes como el de la Universidad del Valle al
lado de los edificios de Melendez, además de poder mirarlos como espacios
verdes, se debería poder caminar por ellos.
Los lotes pequeños a mitad de las calles, por lo contrarío, sí
deberían estar cerrados con un muro, pero acorde con las fachadas vecinas. Las
calles, con sus calzadas y andenes, son espacios
urbanos entre paramentos corridos paralelos y
opuestos, conformados por fachadas de alturas uniformes y en las que predomina
el lleno, con colores y tonos similares, sobre los vanos. Por eso su
continuidad no debe ser interrumpida por un lote abierto, y menos si es un
estacionamiento. Pero en las esquinas si podrían estar abiertos a manera de
parques.
Considerar los muchísimos lotes ociosos que existen en Cali como
potenciales espacios urbanos públicos, a cambio de rebajarles el impuesto
catastral, sería sin duda de gran ayuda para el cacareado déficit de áreas
verdes, y serviría para estimular a sus propietarios a construir en ellos, lo
que es muy importante para re densificar la ciudad. Y en los casos en que su
nuevo uso provisional se estime que se debería volver permanente, el Municipio
debería proceder a su compra por valorización, y si fuera del caso, mediante su
expropiación.
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